Podría decirse que el Mitsubishi Colt es uno de los modelos más populares de la marca en Europa, de hecho llegó por primera vez al viejo continente en el año 1978 y durante sus seis generaciones consiguió vender más de 1,2 millones de unidades. Pero los años recientes no han sido buenos para el Colt ni para Mitsubishi en general en Europa, continente del que decidieron irse aunque posteriormente cambiaron de idea, todo ello gracias a la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Esto ha significado que la nueva gama de modelos de la marca de los tres diamantes en Europa se sustente sobre la información y producto que se crea en la alianza, algo que ya vimos con la llegada del nuevo ASX que no deja de ser un Renault Captur renombrado a Mitsubishi y nuevamente lo han vuelto hacer, ya que como bien podemos observar en las imágenes la séptima generación del Colt es un Renault Clio ligeramente modificado en su frontal al que se le ha añadido el logotipo de Mitsubishi.
Si nos centramos en primer lugar en el diseño exterior del Mitsubishi Colt veremos que su parrilla se encuentra ligeramente modificada para intentar aplicar el lenguaje de diseño «Dynamic Shield» de la marca. Para ello la zona central se ha dividido en sus extremos aplicando una moldura cromada, mientras que justo en el centro se encuentra el logotipo que si lo quitamos quedaría la superficie exacta para instalar el rombo de Renault. Si nos vamos más abajo, en los extremos, veremos como las luces diurnas DRL son diferentes y con ellas se ha dibujado una forma de «L» para cada una.
En la parte trasera del Mitsubishi Colt sucede más de lo mismo, aunque aquí los cambios ya se reducen a la mínima expresión. Las dos únicas diferencias que encontraremos respecto al Clio es que donde si sitúa el logotipo de Renault ahora se encuentra en su lugar un soporte para alojar la cámara de visión trasera, mientras que el ancho del capó se aprovecha para incluir el nombre Mitsubishi junto con la denominación Colt en un extremo. Su carrocería podrá elegirse en cuatro colores metalizados y uno sólido, además de distintos diseños de llantas en tamaños de 15, 16 y 17 pulgadas.
En el interior la similitud con el Renault Clio es todavía más patente si cabe, ya que el único cambio se centra exclusivamente en la zona central del volante para incluir el logotipo de Mitsubishi. El nuevo Colt estará disponible en los acabados Spirit, Motion, Kaiteki y Kaiteki+ y, como es lógico, en función del acabado elegido dispondremos de un mayor equipamiento puede ser el tablero de instrumentos digital de 7 pulgadas o el superior totalmente configurable de 10 pulgadas, el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 7 o 9,3 pulgadas, sistema de sonido premium BOSE o iluminación ambiental interior.
A nivel de seguridad, como cabe esperar, el nuevo Mitsubishi Colt no racanea en tecnologías y sigue la misma línea que sus primos de la alianza, pudiendo encontrarnos con tecnología en función de su acabado y opciones como puede ser visión de 360°, control de crucero adaptativo con Stop & Go, monitor de visión periférica, luces de carretera automáticas, aviso de ángulo muerto, sistema de mitigación de colisión frontal, avisador de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, asistente de aparcamiento, alerta de tráfico trasero y el reconocimiento de señales de tráfico entre otros.
Mecánicamente el Mitsubishi Colt hace uso motor de tres cilindros y 1.000 CC MPI atmosférico que entrega una potencia de 65 CV asociado a una transmisión manual de cinco velocidades; mismo bloque que con la instalación de un turbo y una transmisión manual de seis velocidades se convierte en la segunda opción con sus 90 CV de potencia. Sin duda la mas interesante será la tercera opción, la híbrida, compuesta por un motor de 1.600 CC y cuatro cilindros junto con un motor eléctrico con los que se consigue una potencia combinada de 145 CV, asociado a una transmisión automática multimodo.
Hasta aquí el nuevo Mitsubishi Colt, del que no tardaremos en conocer precios en nuestro país. Por el momento no crucifiquéis a Mitsubishi por este «nuevo» modelo, renombrar vehículos es algo tan viejo como la orilla del río y Mitsubishi realmente lo necesita en Europa si quiere vender sus productos. Además, será un modelo que servirá para darle impulso a las tocadas fábricas de Renault en Europa, que ahora tendrán más trabajo añadido.
