Como todo en la vida, el sector del automóvil ha evolucionado en los últimos años. Hace una década las firmas daban su futuro apostando por los monovolúmenes. La prueba está en que llegaron a casi todos los segmentos del mercado como por ejemplo los urbanos o los compactos. Opel fue una de las marcas más activas en este nicho pero tampoco le dio tiempo a olvidarse de otros productos más exóticos como el Opel Frontera. ¿Te acuerdas de este duro TT?
Hoy día la gama de Opel es más ambiciosa que nunca. La electrificación es su leitmotiv y la prueba está en sus planes de futuro: será la primera firma de Stellantis en vender todos sus vehículos alimentados por esta energía. Pero mientras llegan y no estos vehículos sobre la mesa tiene un sin fin de proyectos. El nuevo Opel Crossland es uno de los que llegará en breve y lo hará, también, como eléctrico puro. Sin embargo, podrían darse ciertos cambios.
El Opel Frontera nació en el año 1991 gracias al apoyo técnico de Isuzu y se fabricó en Reino Unido…
Pero antes de contar cuáles podrían ser los cambios en el nuevo Crossland deja que repasemos la historia de uno de los todo terreno más míticos. El Opel Frontera nació en 1991 como el primer «vehículo recreativo» AWD en la marca. Su desarrollo tuvo luz verde gracias a que por aquel entonces General Motors tenía el control de la firma alemana y un gran control en Isuzu. De hecho, el Frontera no era más que un Rodeo con sutiles cambios…
Cuando llegó al mercado en 1991 había dos versiones. El Frontera Sport tenía dos puertas con techo duro y batalla corta que se movía gracias al bloque 2.0 litros gasolina de 115 CV. El Frontera de cinco puertas se movía gracias a