Hay muchos modelos emblemáticos, míticos, quizá. Esos coches que se han convertido en algo más que en un utilitario para moverse. Uno de esos modelos que han hecho historia ha sido el Ford Fiesta. Este modelo ha sido parte de la vida de muchas personas a lo largo y ancho de todo el mundo y ha sido uno de los más populares. Después de 47 años y ocho generaciones, las dos últimas unidades del modelo han salido de la planta de Colonia, en Alemania.
Los motivos del fin de la producción del modelo son varios, pero se puede decir que se ha perdido el interés por un modelo que pertenece al segmento B, el de los compactos urbanos. Y es que se trata de un tipo de vehículo que ha perdido muchas ventas a favor de los cada vez más populares SUV. Y con esas circunstancias, no se puede esperar otra cosa más que la retirada de este modelo del mercado.
Ocho generaciones pensadas en la gente joven
El Ford Fiesta se lanzó al mercado el año 1976 y desde ese momento gozó de una gran popularidad. A lo largo de estos 47 años, se han vendido más de 18 millones de unidades en todo el mundo. El primer millón de unidades vendidas se alcanzó solo tres años después de su lanzamiento, en 1981.
Sin embargo, la popularidad del modelo ha caído en los últimos años. Aunque siempre ha sido un coche elegido por su bajo precio y sus características, asociadas a conductores jóvenes, poco a poco ha ido decayendo en ventas. Además, los costes de este tipo de vehículos han ido incrementándose, así que resultaba bastante costoso seguir adelante con él.
No es el único modelo que ha sido discontinuado en la marca del óvalo azul. El S-Max, el Galaxy, el Mondeo y el Focus, que dejará de ofrecer la versión de cinco puertas en 2025. El sustituto del Fiesta ha sido el Ford Puma, que ha funcionado muy bien. El puesto del Fiesta en la fábrica de Colonia lo ocupará el Ford Explorer, que será fabricado en el mismo lugar que hasta ahora ocupaba el Fiesta.
Las dos últimas unidades del Ford Fiesta están destinadas a la propia marca. Una de ellas formará parte del patrimonio de la sede europea de Ford, en la propia planta de Colonia. El otro pasará también al patrimonio de Ford, pero en Reino Unido. Con estas dos últimas unidades, se termina toda una era para la marca, que afronta a hora la electrificación de sus modelos.