El modelo de acceso a la gama SUV de BMW, el nuevo BMW X1, es uno de los mejores coches de su categoría. Y eso que compite con coches de mucho nivel, como el Audi Q3, el Mercedes-Benz GLA, el Volvo XC40, el Alfa Romeo Tonale o el Cupra Formentor, entre otros. Como principales cualidades, el nuevo X1 destaca por su calidad de acabado, por un interior práctico y bien pensado y por un comportamiento dinámico que se caracteriza por su equilibrio, además por unos motores eficientes y que proporcionan buenas prestaciones.
Pero, tal y como está configurada la gama, hay una versión a la que podríamos considerar el «patito feo», y no es otra que el X1 sDrive18i. Para explicarte el por qué, empecemos por recordar los precios de las versiones del BMW X1 actualmente a la venta con motores gasolina o diésel. Aparte, también están los BMW X1 híbridos enchufables, el BMW X1 M35i xDrive, y el BMW iX1 eléctrico. Pero nos vamos a centrar exclusivamente en las versiones con motor de combustión. Esta es la gama y los precios de tarifa en el configurador de la marca:
- X1 sDrive18d (150 CV): 44.000 euros
- X1 sDrive18i (136 CV): 44.000 euros
- X1 sDrive20i (170 CV): 45.500 euros
- X1 xDrive20d (163 CV): 47.600 euros
Todas las versiones equipan de serie el fabuloso cambio automático de siete velocidades. Y todos son tracción delantera salvo el xDrive20d. Las dos versiones de acceso en gasolina y diésel, el sDrive 18d y el sDrive 18i tienen etiqueta C de la DGT, mientras que tanto el sDrive20i como el xDrive 20d cuentan con hibridación ligera y etiqueta ECO. Las versiones diésel son de cuatro cilindros, mientras que los gasolina, tanto el 18i como el 20i, son motores de tres cilindros.
El X1 sDrive 18i no interesa, mejor diésel… o el gasolina más potente
Con esto, prácticamente ya te lo he dicho todo, pero vamos un poco más al detalle. Por el mismo precio, nuestra elección sería siempre el sDrive18d frente al sDrive18i… salvo que vayas a utilizar el coche principalmente en ciudad y no salgas a carretera. Solo en ese caso nos quedaríamos con el gasolina, más que nada por evitar los problemas que dan los motores diésel bajo estas condiciones de utilización. Ya sabes: filtros de partículas, válvula egr, etc.
Y no es que el motor 1.5 de tres cilindros del X1 sDrive18i con sus 136 CV se quede corto, o no tenga «categoría» suficiente para un coche como el X1. De hecho, es un motor tan suave que resulta difícil identificarlo como un tres cilindros. Pero considerando que tienen el mismo precio, el diésel de acceso, el sDrive18d de 150 CV, es preferible al gasolina por su relación más favorable entre prestaciones y consumo. Para que te hagas una idea, el sDrive18d anuncia una punta de 210 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos, por los 208 km/h y 9,2 segundos del gasolina.
Lo que realmente importa es que el agrado de conducción es superior, porque el diésel tiene una respuesta al acelerador más contundente y tan solo es un poco más ruidoso que el gasolina en parado o circulando a baja velocidad. Y otro aspecto favorable al diésel en estas versiones básicas es el consumo: 4,9 l/100 km de media homologados frente a 6,3 l/100 km del gasolina, casi 1,5 l/100 km menos a favor del diésel que, en condiciones de utilización real, se irán a los 2 l/100 km, como poco.
Y si aun así prefieres gasolina en vez de diésel, y el factor consumo no es prioritario, merece la pena pagar los 1.500 euros que cuesta más el sDrive20i frente sDrive 18i. Gracias a la hibridación ligera, el tres cilindros del sDrive20i alcanza los 170 CV y mejora incluso las prestaciones del 18d, con 216 km/h de punta y 8,3 segundos en la aceleración corta. Pero es que, además, gasta casi medio litro menos a los 100 km menos que el 18i, aportando ese «punch» extra gracias a la hibridación y con la ventaja añadida de la etiqueta ECO de la DGT.