Los coches ‘verdes’ son el futuro de una movilidad limpia y sin emisiones. Un tipo de vehículo que, más allá de ser la gran atención del presente y de los tiempos venideros, son también muy característicos porque no se ven de la misma forma que acostumbramos con los de combustión. Todo se ve desde su propio corazón, el motor de un coche eléctrico.
Como su nombre indica, los motores eléctricos de este tipo de coches de nueva generación se conforman dentro de un sistema electrificado que es el que hace y permite funcionar al resto. Sin embargo, algo que se presta en gran atención es que estos se pueden encontrar (y usar) con distintas tipologías en un coche u otro.
La diferencia entre el motor de un coche eléctrico y de combustión no solo está en sus baterías
Y es que, más allá de sus baterías de litio, que no la única pero sí la más popular hoy en dia, el motor del coche eléctrico necesita algunos elementos vitales para su funcionamiento. Sí, la batería hace por suministrar la energía necesaria a través de la carga desde una fuente externa.
Pero también se encuentra la electrónica de potencia, que la que incluye el convertidor de CC a CA y la caja electrónica que maneja y sincroniza las órdenes de los sistemas durante la conducción del coche.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Porque si observamos la propia mecánica, en su interior podemos ver que su funcionamiento es mucho más sencillo que el de un motor térmico. Al contrario que los motores que funcionan por combustible en los que la energía se da por explosión, en estos el movimiento se produce gracias a interacciones electromagnéticas.
Los motores eléctricos usan corriente alterna (AC) o corriente continua (DC) para activar los campos magnéticos del estátor y rotor, produciendo el movimiento