Dentro de unos años, el freno de mano manual se unirá a los reproductores, ventanillas de accionamiento manual o las llaves de contacto en desaparecer de nuestro coche. Y es que todo apunta a que esa sensación de agarrar fuerte la palanca y tirar hacia arriba ya no estará más.
Considerado por las marcas como un elemento demasiado arcaico para los tiempos que corren, donde lo electrónico ha desplazado a lo mecánico. Los últimos sistemas constan de un simple interruptor o botón que activa un par de pequeños motores conectados a los frenos traseros, y un símbolo en el cuadro de instrumentos indica cuándo se han aplicado. Pero, ¿por qué el de uso eléctrico está ganando al freno de mano tradicional?
Tirar de la palanca del freno de mano en nuestro coche es cosa del pasado
Hablamos del freno de aparcamiento, comúnmente llamado freno de mano, es el que inmoviliza las ruedas de un vehículo de forma permanente. Su nombre proviene de la acción que hay que realizar con la mano en una palanca que permite su accionamiento. Se tira del freno de mano y el automóvil permanece detenido, sin moverse de su sitio.
Pero con los nuevos tiempos y tecnologías, las firmas de vehículos han optado por a que coches más modernos equipen estos nuevos frenos de estacionamiento eléctricos. Así, mediante un pequeño botón, se ha eliminado el esfuerzo de ponerlo y quitarlo.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Estos últimos funcionan sobre la misma base, pero utilizan motores eléctricos para lograr el efecto. Por lo que, si pulsamos o tiramos del botón, los motores de los frenos traseros presionan las pastillas sobre los discos. A menudo se suele oír un zumbido tranquilizador cuando los motores hacen su trabajo.
La diferencia visual para el conductor está en la sustitución de una palanca física por un botón y