La llegada de la nueva generación del Toyota Land Cruiser ha sido sin duda uno de los acontecimientos mejor recibidos en los últimos meses del panorama actual, estrenando un aspecto profundamente renovado, un apartado de seguridad y conectividad avanzado y un nuevo propulsor turbodiésel compatible con biodiésel HVO.
De la mano del Land Cruiser 300 y del Land Cruiser 250, Toyota también ha presentado a su nuevo Land Cruiser 70. Una versión que se remonta a su primer generación presentada en 1984, para mantener prácticamente intacto su ADN e incluirle todas las ventajas tecnológicas de las que hoy en día podemos disfrutar, combinando lo mejor del pasado y del presente.
Con una longitud de 4.890 milímetros, un ancho de 1.870 milímetros y una batalla de 2.730 mm, el nuevo Land Cruiser 70 además regresará a su mercado natal, con las icónicas formas cuadradas de su modelo original, los robustos paragolpes y pasos de rueda de plástico visto, la rueda de repuesto a un lado de su zaga y los retrovisores auxiliares en el borde del frontal para poder observar por donde van las ruedas del todoterreno.
Lo justo de tecnología
De cara a su interior, el nuevo Land Cruiser 70 añade algo de tecnología a su tradicional interior, en el que destacamos la pequeña pantalla táctil para el sistema de infoentretenimiento con compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, el volante multifunción tapizado en piel y con inserciones de madera en las variantes más equipadas y el salpicadero y consola central con un diseño que nos transporta a los todoterrenos de hace más de 20 años.
En lo que respecta a su apartado de sistemas de asistencia a la conducción, el nuevo Land Cruiser 70 cuenta con sistemas como el de advertencia de salida de carril, o el de lectura de señales de tráfico.
Una gama mecánica sin modernidades
Bajo el capó, el nuevo Land Cruiser 70 también sigue el esquema de todoterreno tradicional, ya que equipa un motor turbodiésel V8 de 4.5 litros con 202 CV y 430 Nm de par en las versiones comercializadas en Australia y un motor turbodiésel de 2.8 litros de 204 CV y 500 Nm asociado a una transmisión automática de seis velocidades para las versiones comercializadas en Japón.
Por el momento, Toyota no ha ofrecido ningún tipo de información sobre si esta variante llegará a algún país europeo, aunque dada su concepción, no parece ser muy factible.