La evolución del sector del automóvil no solo se limita a la electrificación masiva. La tecnología y todos los avances que ha ayudado a alcanzar están dando la vuelta a la forma de entender los coches. Nos referimos a todos los nuevos materiales reciclados que están surgiendo para hacer que la industria sea menos contaminante. Pero no es lo único ya que las redes sociales han provocado que las personas cambien sus formas de relacionarse en todo.
De hecho, muchos clientes antes de comprar un coche «echan un ojo» a las redes sociales para buscar la información que necesitan. Y si lo que encuentran les gusta entonces es cuando bucean en la web oficial de la marca en cuestión para conocer más el vehículo que les interesa. Así, cuando llegan al concesionario saben lo que quieren y solo buscan un precio ganga. De ahí que marcas como Mini hayan decidido cambiar su modelo de venta… Ojo…
A partir de ahora los concesionarios de Mini no venderán coches, lo hará la marca… de forma directa…
Las marcas venden sus modelos a través de su red oficial de concesionarios. Estos establecimientos son empresas sin relación directa con la marca aunque sí han de cumplir una serie de normas para seguir bajo su órbita. Así, tienen que lucir la imagen de marca que les imponen, comprarles los coches (muy pocas veces son en depósito) y aplicar el plan de ventas que les proponen todos los meses. Luego, tras la venta, se reparten los posibles beneficios…
Esto crea (hablo con pleno conocimiento de causa) guerras de precios entre concesionarios. La razón es que a final de mes, y año, tienen que llegar a unas ventas fijadas por la marca y sino llegan hay penalizaciones. El ejemplo a explicar es este. Antes de comprarte un coche nuevo recorres varios