A partir de este mes de octubre estará disponible el nuevo Colt en la red de concesionarios de Mitsubishi. Se trata de la séptima generación del modelo, que arrancó en Europa en 1978 y que ha vendido más de 1,2 millones de unidades en sus seis generaciones anteriores.
La nueva edición, basada en la plataforma CMF-B de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, comparte la mayoría de órganos mecánicos con el Renault Clio de última generación, si bien presenta algunas diferencias estéticas, gama de mecánicas, equipamiento y garantía.
Ligeras diferencias
El frontal se caracteriza por una parrilla específica con detalles cromados y luces diurnas LED muy características, mientras que en el lateral se integran unas nuevas llantas de 15, 16 o 17 pulgadas de diámetro, nuevas terminaciones en color negro piano en carcasas de retrovisores, taloneras, spoiler y antena. Por su parte, la trasera incluye el nombre de la marca en la zona central del portón trasero.
Se ofrece en cinco colores de carrocería, uno de ellos sólido y otros cuatro de ellos metalizados, en los acabados Invite Motion, Intense Kaiteki e Instyle Kaiteki+, todos ellos con un buen nivel de equipamiento. La gama de precios comienza en 17.790 euros de la versión 100 MPI atmosférica, pasando por 18.990 euros de la variante turbo de 90 CV, mientras que las versiones híbridas cuestan 26.490 y 28.990 euros, en función del nivel de acabado. En cuanto a capacidad de maletero, anuncia 391 litros en las versiones de gasolina, ampliable hasta 1.069 cuando se abaten los respaldos posteriores. En el híbrido se reduce su capacidad a 301 litros.
El diseño interior prescinde del cuero e integra pantalla digital de 7 o 9,3 pulgadas y cuadro de instrumentos de 7 pulgadas (analógico) o digital de 10 pulgadas. Cuenta con sistema de control de crucero y mantenimiento de carril de serie y puede incorporar Apple CarPlay y Android Auto, cargador de smartphone inalámbrico, llave inteligente, sistema de aparcamiento automático, monitor de visión periférica, luz automática de carretera, aviso de ángulo muerto, sistema de mitigación de colisiones frontales, alerta de tráfico trasero o reconocimiento de señales de tráfico. Entre los accesorios disponibles para el modelo, destaca un sistema de bola de remolque retráctil con conector de luces integrado y capacidad de arrastre de 900 kg, baúl portaequipajes o revestimiento de maletero reversible.
Para personalizar el ambiente interior, cuenta con tecnología Multi-Sense, que permite al adaptar la iluminación ambiental y el panel de instrumentos, así como la opción de ajustar el modo de conducción y de dirección.
Motores de gasolina
La gama mecánica arranca con un motor de gasolina atmosférico de tres cilindros de 1,0 litros y 67 CV, solo disponible con caja manual de cinco velocidades, al que sigue una variante turboalimentada de 90 CV de potencia, asociada a caja de cambios manual de seis velocidades. El tope de gama está constituido por una variante híbrida con motor de gasolina 1.6 de 94 CV, asociado a un conjunto eléctrico con dos motores (uno para la tracción de 36 kW y otro integrado en la caja de cambios) y una batería de 1,2 kWh) gracias a este sistema, es capaz de funcionar hasta el 80% en modo eléctrico en ciudad, homologa un consumo de 4,1 l/100 km y promete una autonomía de hasta 900 km.
Durante la toma de contacto en la ciudad alemana de Munich, hemos tenido la oportunidad de conducir la variante híbrida de 145 CV y nos ha sorprendido por su bajo consumo. Bien es cierto que el recorrido se efectuaba por zonas bastante planas y tramos interurbanos de baja velocidad, pero sí podemos corroborar que, en estas condiciones, el ordenador de viaje registraba en todo momento cifras en el entorno de los 4 l/100 km, un dato realmente interesante.
El inicio del movimiento se realiza en modo eléctrico, y durante muchos momentos del recorrido, su funcionamiento se realiza únicamente mediante energía eléctrica. La marca anuncia que, en ciudad, puede funcionar un 80 por ciento del tiempo en modo eléctrico.
Sus prestaciones son destacables y su comodidad, notable, ya que la suspensión filtra correctamente las imperfecciones del terreno. Resulta especialmente ideal para recorridos urbanos e interurbanos, donde el consumo y la comodidad que proporciona su cambio automático destacan por encima de la media.