Hay dos tipos de usuarios de un coche en propiedad: los que ya han pasado alguna vez por el taller para reparar alguna avería… y los que están a punto de hacerlo. Y no, no hablamos de las revisiones oficiales que contempla el mantenimiento programado. Nos referimos a la visita obligada al taller por haber sufrido una avería mecánica, o para arreglar un golpe de chapa, por ejemplo.
A continuación, te dejamos 10 consejos que deberías tener en cuenta a la hora de llevar tu coche al taller, si quieres evitar problemas.
1. Elegir un taller de confianza
Parece de Perogrullo, pero es lo primero que hay que hacer, elegir el taller al que vas a llevar tu coche. Y si no tienes ninguno habitual o de confianza, aquí, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo tiene claro: desconfía de aquellos talleres que puedan parecerte ilegales. Para ello, puedes guiarte por la placa que deben lucir los talleres, un distintivo que certifica su legalidad y que deben mostrar en un lugar visible desde la fachada.
Además de garantizar la legalidad del taller, esta placa contiene información específica sobre la ramas de actividad del taller (mecánica, electricidad, carrocería o pintura), así como la especialidades (neumáticos, inyección, lunas, etc) e información sobre la provincia y el número de registro. Otra placa que debe figurar visible en el interior del taller es la que indica los precios de la mano de obra.
2. Solicitar presupuesto
Y mejor por escrito y lo más detallado posible. Es obligación del taller ofrecer el presupuesto desglosado de la intervención que se va a realizar, detallando los precios. La reparación sólo debe iniciarse si el usuario da por bueno el presupuesto y lo autoriza. Y el taller debe informar al usuario si por cualquier motivo hubiera que modificar el presupuesto una vez iniciado el proceso de reparación.
No está de más, si puedes hacerlo –dependerá de la avería–, solicitar distintos presupuestos y comparar precios o coberturas. Ojo porque el taller puede cobrar al cliente el coste derivado del trabajo para realizar el presupuesto si finalmente el cliente no encarga la reparación.
3. Exigir resguardo de depósito
En el momento en el que dejas el coche en el taller, no olvides llevarte el correspondiente resguardo de depósito. Se trata de un documento en el que se debe especificar todos los datos del vehículo al quedarse en el taller, como posibles desperfectos de chapa, cantidad de gasolina en el depósito, etc. Sin este documento no lo tendrás nada fácil a la hora de reclamar en caso de que suceda algún incidente inesperado mientras el coche está en el taller.
4. Apunta los kilómetros
Aunque deben incluirse en el presupuesto o en el resguardo de depósito, no está de más apuntar o hacer una foto al cuadro de instrumentos para reflejar los kilómetros que tiene tu coche antes de llevarlo al taller. Si al recogerlo no te cuadra la cifra, podrás exigir una explicación. Aunque recuerda que, en función de la intervención, puede que el mecánico tenga que salir a probar el coche en algún momento tras la reparación para comprobar que todo está correcto.
5. Establece una fecha para recoger el vehículo
Suele ser uno de los quebraderos de cabeza de los usuarios cuando llevan el coche al taller, sobre todo si no cuentan con servicio de coche de sustitución: volver a contar con el vehículo lo antes posible. Lo ideal es exigir una fecha aproximada de entrega, con el fin de evitar retrasos excesivos. Y que quede por escrito.
6. ¿Me cobrarán gastos de estancia?
Si es al revés, también conviene tenerlo en cuenta. Es decir, si no vas a poder recoger el coche del antes de que pasen tres días desde la llamada del taller comunicando que la reparación está realizada, podrían reclamarte gastos de estancia. Déjalo claro antes de que esto suceda.
7. Repuestos oficiales o piezas homologadas
Si hay que cambiar alguna pieza, las utilizadas deben ser siempre nuevas y homologadas, nunca usadas o remanufacturadas, salvo con el consentimiento y aceptación del cliente. Además, puedes exigir que te entreguen las piezas sustituidas.
8. Con derecho a garantía de tres meses
La ley establece que los talleres deben cumplir una garantía mínima de 3 meses o de 2.000 km recorridos tras una reparación de un vehículo particular. Muchos usuarios no lo saben, o utilizan el servicio correspondiente en su seguro, pero en esta garantía deben incluirse todos los costes que pueda llevar asociados la nueva reparación, como por ejemplo el traslado en grúa al taller si el coche se queda parado de nuevo por una supuesta reparación mal realizada.
9. Exige factura sellada y detallada
Para exigir una garantía sobre la reparación si sucede algún problema necesitarás contar con la factura. Ésta deberá estar sellada, y ha de describir los trabajos realizados durante la reparación, así como las piezas sustituidas si fuera el caso.
10. Averías repetitivas
Es más frecuente de lo que parece: sacas el coche del taller pensando que está arreglado… y la avería vuelve a reproducirse. Para poder realizar una reclamación y salir victorioso, en este caso deberás contar con toda la documentación mencionada anteriormente: presupuesto, factura… y además conviene solicitar una copia de la correspondiente orden de trabajo.
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