Hace dos años se presentó un nuevo superdeportivo que quería reinar en los circuitos de todo el mundo, para que los que pudieran pagar su precio vivieran una experiencia insuperable en pista. Durante estos últimos meses, se ha ido trabajando en el coche y por fin, ha podido verse en acción corriendo por el circuito de pruebas de la propia marca, ubicado en Nueva Zelanda.
Este proyecto llega de la mano de David Dicker, un millonario australiano que ha querido sacar adelante este proyecto y ofrecer un coche con una potencia superior a la de un monoplaza de Fórmula 1, con menos peso, pero con toda la emoción que ofrece uno de esos vehículos. Él ha sido, precisamente, el que se ha encargado de realizar esta prueba definitiva y ponerse al volante del coche.
Esta prueba ha servido para ajustar los sistemas, así que no se trata de la prueba definitiva, sino una que solo servirá para comenzar a realizar ajustes antes de dar por cerrado el proceso de desarrollo del modelo. Al parecer, el coche ha superado la prueba con éxito y según el CEO de la compañía, ahora pasará a la siguiente fase de desarrollo.
El motor que utiliza el Rodin FZERO es un bloque V10 de 4.0 litros turboalimentado, que ofrece una imponente potencia de 1.026 CV y con una aerodinámica que le permite ofrecer un excelente rendimiento en pista. Al menos, sobre el papel. Otro de los puntos donde se ha trabajado con cuidado es en el peso. El Rodin FZERO presenta un peso de 698 kg, lo que representa unos 100 kg por debajo de los monoplazas de Fórmula 1.
La velocidad máxima que es capaz de ofrecer este superdeportivo marca 360 km/h, así que la experiencia será tan impactante como promete. Si embargo, parece que no hay prisa para completar el proceso de pruebas y pasar el coche a producción. Desde la compañía aseguran que todavía hay que revisar bastantes cosas antes de que se de por concluído el desarrollo y sea una realidad.
Eso sí, aunque no se ha hecho público todavía el precio definitivo, ya sabemos que será un jueguete para muy pocas personas, las que puedan permitírselo.