Encontrar con un presupuesto ajustado un coche familiar amplio, cómodo, al que no le falte lo imprescindible hoy en día en cuanto a equipamiento y que cumpla en el apartado dinámico es una ecuación que sólo se resuelve de dos maneras: recurriendo al mercado de segunda mano… o eligiendo un Dacia Jogger.
Y el círculo se cierra aún más si añadimos que sea un siete plazas, algo que en el Jogger es posible con un sobreprecio de 900 euros frente a las versiones de 5 plazas. De hecho, el Jogger es el coche de siete plazas más barato a la venta en nuestro mercado, y con diferencia. Pero antes de entrar en materia, profundicemos un poco más en el apartado precio, que será el principal argumento de compra de los que decidan dirigir sus miradas al Jogger.
Desde 21.500 euros con acabado Extreme Go
Actualmente tienes un Jogger disponible desde 18.430 euros con acabado Essential, el más sencillo. Mi recomendación es hacer el esfuerzo, al menos, de llegar al Expression, que cuesta 1.420 euros más, pero añade un montón de detalles de acabado y mucho más equipamiento. Por ejemplo, con este acabado ya son de serie las prácticas barras de techo modulares, los faros antiniebla, los tiradores de las puertas y las carcasas de los retrovisores -que además son eléctricos- en el color de la carrocería, instrumentación con pantalla digital a color de 7”, tapicería específica, freno de estacionamiento automático, sensor de lluvia y luces, regulador y limitador de velocidad, sensores de parking traseros, volante con doble regulación y sistema Media Display con pantalla táctil de 8” compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
En un nivel superior está el acabado Extreme, disponible únicamente con la versión Hybrid; o el Extreme Go, que sí permite elegir entre el motor GLP ECO-G o el TCe de 110 CV de gasolina, que son las tres mecánicas disponibles. Está asociado a la oferta Up&Go de Dacia y es equivalente al acabado Extreme, con todo el equipamiento de serie; solo tendrás que preocuparte de elegir el color de carrocería. Este acabado Extreme Go supone 1.750 euros más que Expression, pero toma nota de todo lo que añade, entre muchos otros detalles: diseño “outdoor” específico con protecciones de puerta y adhesivos laterales, decoración exterior e interior marrón cobre, llantas de aleación de 16”, alfombrillas de caucho, tapicería MicroCloud lavable, control de tracción Extended Grip, climatizador, cámara de visión trasera, tarjeta manos libres y navegador.
En cuanto a motores, la cosa está fácil: puedes elegir entre el ECO-G 100 preparado para funcionar con gasolina y con GLP, o la versión TCe de 110 CV de gasolina. En esta ocasión hemos probado el gasolina, pero te recomiendo que no pierdas de vista la versión GLP, sobre todo ahora que están al mismo precio. No solo contarás con la tan preciada etiqueta ECO, sino que ahorrarás -y mucho- desde el primer kilómetro siempre que puedas repostar GLP; y si no, puedes utilizarlo únicamente con gasolina.
Desde 2023 también se ofrece un Jogger con el motor HYBRID de 140 CV y la tecnología E-TECH como la que lleva el Clio, si bien en este caso nos vamos ya a un precio de partida desde 26.400 euros, descuentos aparte. Sigue siendo más barato que el resto de familiares híbridos del mercado, como el Suzuki Swace o el Toyota Corolla Touring Sports. Pero los 5.000 euros de diferencia respecto a la versión de gasolina dan para mucho combustible… y si necesitas la etiqueta ECO ahí sigue esperándote la opción GLP.
Un Jogger de lo más completo con precio “cerrado”
El Dacia Jogger tan “pintón” que ves en las imágenes, la unidad con la que hemos convivido unos días, es un TCe de gasolina con el motor de 3 cilindros de 110 CV y acabado Extreme Go, que tiene un precio desde 21.500 euros. Vamos a ver lo que nos llevamos a cambio por ese dinero, más allá del equipamiento indicado.
A esta versión Extreme Go no le falta de nada que podamos considerar imprescindible. Eso sí, en el precio “cerrado” únicamente entra el color exterior negro nacarado. Si lo quieres en alguno de los otros seis tonos disponibles, el blanco glaciar son 208 euros de sobreprecio, y 520 en los metalizados gris pizarra, verde cedro, naranja terracota, liquen caqui o gris urban, que es el que puedes ver en la unidad de las fotos. Las llantas de aleación de 16 pulgadas pintadas en negro son de serie.
A partir de aquí, hay un amplio catálogo de opciones disponibles como accesorios, siempre a unos precios de lo más interesantes, que incluyen ganchos para remolque (desde 390 euros), cofres de techo (desde 355 euros), portabicis, organizador de maletero, soportes para estribos…
Y si quieres convertir tu Jogger en tu mejor compañero de aventuras, atento al kit camper con la caja Dacia InNature (desde 1.655 euros), o a la tienda de campaña Dacia para acoplar al portón trasero (380 euros).
El habitáculo del Dacia Jogger: sencillo y bien resuelto
A partir de aquí, toca ponerse al volante. Y nos encontramos con un coche más que correcto por acabados, materiales, ajustes, presentación interior y tacto de los mandos. Es cierto que se nota en algunos detalles que estamos en un coche que juega la baza de un precio asequible, principalmente por el predominio de plásticos duros, por el sonido “a hueco” de las puertas al cerrarse y por la sencillez en el remate de algunos revestimientos, sobre todo en la zona del maletero.
Pero también tiene cosas que no son habituales en coches de este precio, como la función manos libres que abre y cierra el coche sólo con acercarnos o alejarnos. O las prácticas barras de techo Dacia, que pueden colocarse fácilmente en sentido transversal a la marcha y convertirse en baca.
Lo mejor del habitáculo del Jogger es, sin duda, el espacio. Dacia ha aprovechado muy bien los 4,55 metros de longitud para ofrecer un coche con una clásica silueta familiar que tiene unas buenas plazas traseras y un enorme maletero. Salvando las distancias, los ocupantes de la segunda fila viajarán casi con la sensación de ir en un SUV, al estar los asientos situados más altos -casi 6 centímetros- que los de la primera fila. La plaza central no es cómoda, pero para dos adultos hay espacio más que de sobra.
Si se ha optado por la versión de siete plazas, el acceso se realiza plegando cada una de las dos partes asimétricas del respaldo de la segunda fila sobre la banqueta y abatiendo a su vez cada conjunto banqueta/respaldo hacia adelante. Esto permite llegar con cierta facilidad a los dos asientos individuales de la tercera fila, que a su vez están elevados otros 2,5 cm respecto a los de la segunda. Como suele suceder en estos casos, lo que más condiciona la utilización de estas plazas por personas que no sean niños es que la banqueta queda muy próxima al piso, lo que obliga a llevar las rodillas muy elevadas. Los dos asientos pueden desmontarse con facilidad y extraerse del vehículo, operación que puede realizar una única persona.
En cuanto al maletero, los más de 600 litros de capacidad en configuración de 5 plazas hasta la cortinilla ocultaequipaje dan mucho juego. De hecho, para encontrar alternativas con un maletero semejante hay que buscar entre coches de mayor tamaño. Con siete plazas operativas el maletero se queda en 160 litros; y si lo dejas en cinco plazas pero no desmontas los asientos, sino que los colocas plegados en posición vertical, todavía dispondrás de unos 500 litros para transportar el equipaje, siempre con la posibilidad de volver a utilizar la tercera fila en cualquier momento.
En marcha con el Dacia Jogger TCe 110
Al volante del Dacia Jogger uno se siente como en un coche “de los de siempre”, por no decir “de los de antes”. Ya sabes a lo que me refiero: instrumentación analógica y botones para todas las funciones principales, sin complicaciones digitales más allá de la sencilla pantalla del sistema multimedia. Y con mandos muy reconocibles, como los de la climatización -iguales que los de un Clio-, o el característico satélite en el volante que utilizan muchos modelos de Renault y Dacia para controlar el equipo de sonido. Por cierto, los asientos, a pesar su aspecto sencillo y de un mullido suave, son cómodos y sujetan muy bien el cuerpo.
No hace falta recorrer muchos kilómetros para llegar rápidamente a la conclusión de que el Jogger cumple muy bien dinámicamente, sobre todo teniendo en cuenta lo que cuesta. Y los puntos que podríamos anotar como débiles no son, en ningún caso, críticos. Por ejemplo, se agradecería un radio de giro más reducido, sobre todo al maniobrar en ciudad. Y la dirección podría ser más directa y precisa. No es de esas que transmiten sensación de flotación o falta de aplomo y obligan a ir pendientes incluso en recta al viajar por autopista, pero al enlazar curvas se nota que hay un poco de “retraso” entre lo que ordenas desde el volante y lo que hacen las ruedas. Pero aquí se acabaron las pegas.
La suave amortiguación y los neumáticos con un perfil inusualmente alto para lo que se lleva hoy en día, así como los 20 centímetros de altura libre al suelo, tienen algo que ver en la mencionada falta de agilidad en carreteras de curvas. Pero a cambio la sensación de confort es elevada y se puede circular con cierta seguridad de no dejarte los bajos por pistas y caminos. En general, este Jogger es un coche fácil de conducir, con el que resulta complicado meterse en problemas y en el que todos los mandos, pedales y palanca de cambios incluida, se manejan con gran suavidad.
Parece mentira lo que cunde el pequeño tricilíndrico de un litro, capaz de tirar de una sexta con un desarrollo largo que permite viajar a cruceros de autopista con el motor girando a unas 2.500 vueltas, con poco ruido y un consumo moderado. Entre lo bien que empuja el motor y que no tiene que mover un peso elevado, la respuesta al acelerador es muy buena; tan solo echarás en falta más contundencia a la hora de salir desde parado si quieres hacerlo rápidamente y llevas el modo ECO activado. Y si toca hacerlo trabajar alto de vueltas no hay problema, siempre está dispuesto y solo hay que «tirar» de cambio. El consumo, en una utilización mixta puede quedarse en medias de 7,5 l/100 km, que no está nada mal. Pero ojo, porque los motores turbo de baja cilindrada suelen ser muy sensibles al ritmo de marcha, y el TCe no es una excepción.
Si el consumo te preocupa, recuerda, ahí está el ECO-G 100, que también puede funcionar indistintamente con GLP (en este caso el depósito va situado bajo la rueda de repuesto) y con gasolina, con ahorros en torno a un 35-40% en coste por kilómetro de carburante consumido mientras puedas funcionar con gas.
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