La posibilidad de disfrutar del tiempo libre fuera de casa se hace cada vez más posible gracias a las opciones que ofrecen los fabricantes. Una de estas opciones son las cada vez más populares caravanas para llevar con la bicicleta. No hace mucho tuvimos ocasión de ver una de ellas y ahora nos llega una nueva propuesta. De la mano de un emprendedor canadiense, Jeremy Brown, llega el Cyberdrop.
Este ciclista profesional acometió un viaje en bicicleta de montaña desde desde Peterborough, Ontario, hasta Newfoundland. La bicicleta respondió a la perfección al reto, pero el ciclista se encontró con problemas a la hora de dormir en una tienda de campaña durante la aventura. Por eso, diseñó el Cyberdrop, una bicicleta que incluye una caravana que le acompaña a todas partes.
El conjunto de bicicleta y remolque lleva dos motores eléctricos, que ayuda a moverse con facilidad. El primero se encuentra en la bicicleta, mientras que el segundo ayuda a moverse al remolque. También ayuda el sistema de suspensiones que equipa el vehículo. Hay amortiguadores en ambos ejes del remolque, así que pueden circular sin problemas por terrenos con baches y otros obstáculos suaves.
Para ser visible por parte de otros vehículos cuenta con un sistema de iluminación, que advierte de su presencia a otros usuarios de la vía. La batería permite obtener una autonomía de asistencia al pedaleo de 209 kilómetros, aunque esto depende del uso que se haga de la energía. El sistema de iluminación depende de esta electricidad, al igual que el sistema de ventilación del remolque.
El tiempo de carga de la batería es de ocho horas en un enchufe convencional, aunque cuenta con freno regenerativo y también de unos paneles solares opcionales que permite realizar la carga durante el trayecto y mantener la batería con energía.
Esta mini caravana puede ser transportada por una bicicleta, eléctrica o tradicional, que ofrece la posibilidad de descansar en la naturaleza.
Medidas del Cyberdrop
El remolque tiene una longitud de 4,2 metros y una habitabilidad muy confortable, con una altura máxima de 1,16 metros. No es una casa rodante, pero sí una práctica tienda de campaña móvil para recorridos en bicicleta. Y si te lo preguntas, no es más que un prototipo.
El diseñador está trabajando para dotarle de elementos que permitan la fabricación en masa y que pueda ser comercializado dentro de poco tiempo. En el caso de que consiga producir versiones comerciales de este prototipo, el precio sería de algo más de 6.000 dólares. Eso sí, sin incluir la bicicleta eléctrica que movería el conjunto.
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