Volkswagen presentaba hace unos meses la actualización de uno de sus coches más demandados en el panorama actual. Por supuesto, es un SUV, y dentro de todos los modelos de este tipo que tiene la marca, nos referimos concretamente al más pequeño de todos, al Volkswagen T-Cross.
Este crossover urbano llegó a las calles en 2019 y tardó poco en convertirse en uno de los principales caballos de batalla de Volkswagen. Ojo, más de 1,2 millones de unidades en cuatro años. Con la mitad de ciclo de vida comercial ha recibido algunos cambios visuales y mejoras en tecnología, con un infoentretenimiento superior.
Tres acabados y tres motores disponibles para el más pequeño de los SUV de Volkswagen
En España, los niveles de acabado disponibles para el VW T-Cross son T-Cross, Life y R-Line. Mientras tanto, las potencias van de los 95 CV en la variante más básica hasta los 150 CV del más prestacional de todos, pasando los por los 110 CV que suele ser la opción más solicitada en nuestro país. Todas las opciones son de gasolina con tracción delantera, y lamentablemente no hay variantes electrificadas que puedan darle la etiqueta Eco de la DGT.
Por hacer un repaso rápido a los equipamientos que trae cada nivel de acabado, la versión de acceso denominada T-Cross (a secas) trae faros LED con luz diurna, barras de techo en negro, App Connect, cuadro digital de 8 pulgadas, sensores de aparcamiento traseros, Lane Assist, frenada de emergencia y llantas de acero de 16 pulgadas.
El Volkswagen T-Cross Life añade llantas de aleación de 16 pulgadas, cristales oscurecidos, climatizador bizona, Travel Assist, conexión inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto y sensores de parking delanteros y traseros. Por su parte, el R-Line es el tope de gama e incluye llantas de 17 pulgadas, paragolpes específicos, barras de techo