Una de las cosas que más nos preocupa a los conductores es el consumo de combustible. Si no vamos con cuidado, podemos encontrarnos con un gasto demasiado elevado que nos descuadre las previsiones de cada mes. Desde la DGT son conscientes de ello y por ello han ofrecido varios consejos para no gastar demasiado combustible y hacer que el ahorro sea un aliciente más para mejorar el estilo de conducción.
El primer consejo que ofrece la institución es conducir a la velocidad que requiere cada vía. Esto permite que no se utilice más combustible del necesario. Además, si no se supera la velocidad máxima permitida en esa vía, se produce otro ahorro: el coste que puede suponer la multa correspondiente.
Mantener un buen calendario de mantenimiento es también fundamental. Si se produce una detección prematura de un problema, se puede solucionar y evitar que vaya a más y se consuma más combustible de lo normal. Los neumáticos son otro punto a revisar. Si se lleva la presión adecuada en estos, se evita un consumo anormal de combustible y se consigue un ahorro considerable.
Pero hay otros consejos que ayudan a no gastar más combustible de lo necesario.
Si se conduce con marchas largas, se puede ahorrar combustible. Los coches más modernos pueden funcionar con revoluciones muy bajas, así que las marchas cortas se pueden reservar para el momento del arranque y el inicio de la marca. Si el coche responde bien con pocas revoluciones, no hay que reducir marchas y seguir utilizando las largas siempre que sea posible.
Conducir con una velocidad constante es un buen consejo. Y es que se puede conducir sin acelerones ni frenazos. Esto permite que el motor no tenga que utilizar más combustible de forma abrupta. Si el coche no dispone de sistema Start & Stop, es conveniente parar el motor en detenciones largas, como los semáforos o en los atascos en autopistas y autovías.
El aire acondicionado provoca un consumo muy elevado. Por eso, la recomendación de la DGT es no utilizarlo si no es necesario y cuando se haga, se utilice de manera racional. El consumo se puede reducir abriendo las ventanillas y permitiendo que circule el aire, si se circula a baja velocidad. A partir de 70 km/h, el aire provoca más resistencia y el consumo se multiplica, así que es cuando se ha de conectar el aire acondicionado para reducir la temperatura del interior del coche.
El equipaje también influye, y mucho, en el consumo. Es conveniente tener el maletero despejado, sin bultos innecesarios que pesen. Llevar un peso adicional, sin necesidad, puede hacer que el consumo se dispare sin que nos demos cuenta. Esa caja con trastos que se lleva en el maletero y que pesa unos 10 o 20 kg incrementa el peso y el esfuerzo que necesita realizar el motor para mover el coche.
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En caso de necesitar llevar equipaje, hay que vigilar cómo está colocado. Por seguridad, ha de estar bien centrado en el maletero y si ha de ocupar otros espacios, han de estar convenientemente asegurados para evitar desplazamientos. Si ha de ir en el techo, es mucho mejor utilizar un cofre cerrado que colocarlo en la baca. No solo es más peligroso, sino que además hace que haya más resistencia al viento.
Los GPS y navegadores se han convertido en buenos aliados a la hora de elegir rutas, así que es conveniente hacer uso de ellos para elegir las rutas que permitan ahorrar más combustible. Es posible que no se trate de las rutas más rápidas, pero la diferencia puede ser muy baja y a cambio, se obtiene un buen ahorro de combustible.
Una conducción sostenible es otra buena opción. Respetar la velocidad máxima permitida, mantener una velocidad constante, sin acelerones ni frenadas bruscas y mantener una distancia de seguridad adecuada pueden hacer que la factura de gasolina o gasóleo disminuya considerablemente cada mes.