Si los turismos representan el principal objetivo de los gobiernos para comenzar a reducir las emisiones contaminantes, el transporte pesado por carretera no se queda atrás. Los camiones eléctricos son una buena solución para evitar la emisión de muchas toneladas de CO2 a la atmósfera, pero tienen bastantes más problemas que los turismos y las furgonetas.
Pese a ello, los fabricantes de camiones están trabajando para ofrecer soluciones para este problema. MAN es uno de los fabricantes más conocidos y acaba de abrir el libro de pedidos para sus dos camiones eléctricos. Estos comienzan su comercialización y llegarán en el año 2024. Pero esto no son los únicos que saldrán de la fábrica de la marca. Se espera que en 2026 la autonomía de sus camiones eléctricos llegue a los 1.000 kilómetros.
Estos dos modelos reciben la denominación de MAN eTGX y MAN eTGS. Estos camiones van a ofrecer una autonomía comprendida entre 600 a 800 kilómetros, gracias a las baterías modulares que equipan. Los camiones podrán utilizar tres, cuatro, cinco o seis baterías. Dos de ellas van ubicadas bajo la cabina y el resto se colocan en el bastidor.
El estándar de carga que utilizan estos camiones son el CCS, que permite una potencia de carga de 375 kW. Esta tecnología quiere alcanzar los 750 kW y se espera que dentro de poco tiempo pueda alcanzar el megavatio de potencia.
Estas cifras están muy bien, pero para que cuajen, es necesario contar con una infraestructura de carga que sea capaz de ofrecer esa potencia y permitir recargas rápidas durante cada trayecto. Además, estos puntos de carga tienen que contar con el espacio suficiente para que los camiones puedan maniobrar y aparcar en la zona.
El fabricante italiano lanzará al mercado este mismo año un nuevo camión eléctrico y otro movido por hidrógeno bajo su propia marca
No hay muchos espacios que sean capaces de ofrecer todas esas condiciones y por eso, tanto MAN como el resto de fabricantes quieren trabajar para que se vayan colocando puntos de carga con ellas en las principales carreteras de Europa.
Solo en España, se necesitan alrededor de 900 puntos de carga rápida de 350 kW, con espacio para que accedan los camiones. En el año 2035, deberían existir puntos de carga de 1,2 MW, aunque se podría funcionar con otros de 800 kW. Sin esto, los camiones eléctricos se quedan en una opción para trayectos cortos y medios.
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