Si hay un circuito en el mundo donde todos los fabricantes quieren ver a sus coches en acción, ese el circuito de Nürburgring. Se le llama Infierno Verde por algo, porque sus 76 curvas, colocadas en un recorrido de 20,8 kilómetros, representan un reto muy atractivo para probar a cualquier vehículo en un trazado complicado y con tramos que fuerzan al vehículo hasta los límites y más allá.
Y los coches eléctricos también se enfrentan a este infierno asfaltado, en una dura pugna por hacerse con el mejor crono en la vuelta. Hasta ahora, el mejor tiempo lo hizo el Tesla Model S Plaid, con sus 1.020 CV de potencia. En ese momento, marcó un tiempo de 7:25.231 minutos. Esto representa una mejora de ocho segundos frente a su contrincante más directo, el Porsche Taycan.
Pero eso fue en el año 2023. Apenas unos seis meses después de haber marcado este récord, el Porsche Taycan ha vuelto a la pista y se ha propuesto reducir ese tiempo. El piloto Lars Kern ha sido el responsable de ponerse al volante de este coche eléctrico y someterlo a la prueba más exigente a la que puede ser sometido un coche en pista.
La versión más campera del Porsche Taycan ha conseguido cubrir un desnivel de 5.573,979 metros en el Tibet, logrando el mayor récord para un coche eléctrico
El Porsche Taycan que ha participado en esta prueba ha sido un modelo de preproducción de la nueva gama, que se estrenará a lo largo de 2024. Ha sido preparado para poder someterse al test de la vuelta en Nürburgring, pero el piloto, Lars Kren asegura que se ha limitado a pisar el acelerador todo lo que ha podido en cada momento. Así, ha conseguido un espectacular crono de 7:07.550 minutos, muy por debajo de lo conseguido por el Tesla Model S Plaid.
Ese es el tiempo que ha de superar el próximo aspirante a la vuelta más rápida en Nürburgring. Hay que recordar que el récord total lo tiene el Rimac Nevera, pero este es un modelo casi exclusivo, no un modelo de producción, así que juega en otra liga.