Hoy en día probar, y por tanto, aventurarse a comprar un coche diesel es todo un ejercicio de valor y riesgo. Pero, fuera de las grandes urbes, existe un enorme mundo donde aquellos que hacemos muchos kilómetros, no necesitamos entrar a una gran ciudad a diario, y buscamos coches que ahorren, pues un diesel sigue teniendo su hueco y todo su sentido.
Por eso hemos querido hacer esta prueba, no sin cierta nostalgía, puesto que apenas quedan ya vehículos diesel para probar en ciertas marcas (al menos en la flota de prensa, es verdad que después se siguen vendiendo en su gama). Sin más dilación, arrancamos con la prueba del Audi A3 Sportback en su versión 35 TDI S-Tronic de 150 CV y caja de cambios automática de 7 relaciones.
Diseño: líneas rectas, deportividad y calidad en los acabados
En pleno estallido de la pandemia del COVID (si, ese que aún se pasea por ahí) en marzo de 2020, se lanzaba la cuarta generación del Audi A3. Pese a que es un modelo ya veterano, sus diseñadores han dado en el punto clave, puesto que sigue concentrando las miradas allá por donde va, con un exterior de corte deportivo.
Destacan especialmente sus faros delanteros, con tecnología full-LED en nuestro modelo (que como única pega, estaba la baja iluminación de las luces cortas), mientras que en la zaga y lateral, sus formas son marcadas a ritmo de líneas rectas, con faros traseros también LED.
El interior destaca por un toque más tecnológico que la generación anterior, integrando la pantalla táctil en la consola central, destacando la instrumentación digital y unos materiales, agradables al tacto y de calidad. De echo, lo más llamativo es que no hay un abuso del plástico negro brillante y que se mantienen unos estandares de calidad elevados (algo que muchos compactos premium a día de hoy no pueden decir).
La postura de conducción, gracias a los asientos deportivos, es muy cómoda. Aunque no recomendamos para climas mediterráneos los asientos de cuero integral, no son perforados y se nota el calor en ellos en verano.
Motor y prestaciones: 150 CV muy ahorradores
Esta vez tuvimos ocasión de realizar una prueba algo más extensa que de costumbre, recorriendo más de 2000 km con este A3 diesel, siendo una verdadera gozada en comportamiento y consumos.
Pero, vayamos al principio. Bajó el capó se esconde el archiconocido bloque de dos litros, cuatro cilindros y una potencia de 150 CV, un motor con unas prestaciones contundentes para mover a este compacto.
El un motor suave, con potencia más que suficiente, permitiéndonos sacar un lado más dinámico y disfrutando de la conducción. La caja S-Tronic de siete relaciones es cómoda, pero con caja manual, exprimimos mejor cada caballo y podemos reducir ligeramente el consumo.
Consumo que se situó en 5,6 litros a los 100 km, tras haber recorrido más de 2000 km. De echo en recorridos urbanos, la media fue de 6 litros a los 100 km, unas cifras muy buenas. Con el depósito lleno, la autonomía supera los 800 km (50 litros).
Comportamiento: estable, cómodo y ágil
Otro detalle que nos sorprendió es la puesta a punto de este Audi A3 S-Line, puesto que su comportamiento nos aporta mucho confort en viaje por carretera o autovía, al mismo tiempo que nos permite disfrutar de un puerto de montaña.
Por carretera el nivel de insonorización interior es correcto, siendo confortable, aunque ligeramente dura la suspensión propia de este nivel de acabado. Pero por otro lado, tiene un chasis ágil, aplomado y que mantiene bajo control al coche en todo momento, siendo muy noble en reacciones y hasta divertido.
Eso sí, las llantas opcionales, Audi Sport 235/35 R19, sufrían mucho en zonas con mal asfalto.
Equipamiento y precio del Audi A3
Dentro de los elementos a destacar está la excelente iluminación de los faros Matrix-LED, que como ya comenté, en largas y funcionamiento automático son sobresalientes, pero en cortas la luz era muy baja.
También destacar el equipamiento de serie en materia de conectividad y multimedía, así como el sistema de sonido de serie, correcto y con una calidad aceptable. Es cierto que el sistema de sonido en nuestra versión era el Audi Sound System, recomendable frente a los seis altavoces de serie y con un precio razonable.
Otro elemento recomendable son el sistema de cámaras, que crean un efecto 360 y son realmente útiles para aparcar o el control de crucero adaptativo (de serie es convencional).
Como detalle curioso, dentro de la lista de equipamiento aparece la palanca de cambios, con un selector curioso, que a mi no me acaba de convencer (soy un nostálgico, pero prefería la palanca de toda la vida).
El precio de partida es de 32.210 euros (para el motor 30 TFSI) mientras que nuestra unidad tenía un precio de final de 39.470 euros (más los opcionales).
En resumen, se trata de un compacto que con el paso de los años y generaciones ha ido mejorando, llegando a esta cuarta generación, con un modelo muy equilibrado que realmente convence. ¿Es recomendable el diesel? Es una pregunta complicada de responder, pero si no te mueves por entornos urbanos, si no necesitas entrar a grandes ciudades a diario y además haces muchos kilómetros (más de 25.000 km/año) parece que sí compensa.
Fotos | Diego G. Moreira