Sin ser un fanático de los SUV, sí lo he sido siempre del Porsche Macan. Al menos en mi opinión, es el mejor SUV deportivo en estos diez años que la primera generación ha estado en el mercado. Y desde que se anunció que el nuevo Porsche Macan sería un modelo de propulsión 100% eléctrica tenía mis reservas, a pesar haber probado el Porsche Taycan y saber de lo que es capaz la marca de Stuttgart con esto de la electrificación. Ahora, después de haber conducido alguna otra versión más del Taycan y de conocer las especificaciones finales del nuevo Porsche Macan, me atrevo a aventurar que el primer SUV 100% eléctrico de Porsche seguirá siendo también el más deportivo de su clase.
Estéticamente me gusta mucho visto desde cualquier ángulo… menos esa trasera. Salvando las distancias, me produce un efecto similar al que me causó la zaga del primer Porsche Panamera (y que en sucesivas generaciones se «rediseñó»). No de tanto rechazo, pero creo que podría haber tenido más personalidad, más ADN Porsche, sobre todo en la versión Turbo. Me parece que podría haberla firmado cualquier marca. Pero dejémonos de valoraciones sobre algo tan subjetivo como el diseño y vayamos a lo que importa, que son las cifras. Y aquí podemos encajar las dimensiones del Macan, que mide 4,78 metros de longitud, 1,94 metros de anchura y 1,62 metros de altura, con una distancia entre ejes de 2,89 metros.
A mencionar que las llantas pueden ser de hasta 22 pulgadas, que los faros delanteros pueden llevar tecnología Matrix LED de forma opcional, que las puertas carecen de marco para las ventanillas y que el coeficiente aerodinámico es muy bueno, de solo 0,25. Para ello, Porsche recurre a los «trucos» cada vez más habituales en los coches eléctricos: carenado de los bajos, spoiler trasero adaptativo, aletas de refrigeración activas…
Plataforma Eléctrica Premium: el inicio de una nueva era
El nuevo Macan estrena la denominada Plataforma Eléctrica Premium que muy pronto veremos también en el Audi Q6, y en poco tiempo en muchos otros modelos de Porsche y de Audi. Esto quiere decir muchas cosas, pero la más importante es que la arquitectura es de 800 voltios, ya utilizada en el Taycan, es ahora de nuevo desarrollo. Ahora veremos sus ventajas, sobre todo cuando toca pasar por el surtidor… ejem, perdón, por el poste de recarga.
Hay dos versiones del Porsche Macan: el Macan 4, con 300 kW (408 CV) de potencia máxima y 650 Nm de par máximo -siempre en modo overboost-, y el Macan Turbo (Porsche sigue recurriendo a esta denominación para las versiones más potentes incluso en sus modelos eléctricos), con 470 kW (639 CV) y nada menos que 1.130 Nm de par. Solo un inciso: intento hacer memoria mientras escribo del primer coche que pude conducir -aunque fuera unos breves instantes- con más de 1.000 Nm de par y me viene a la cabeza inmediatamente el Bugatti Veyron. Entonces se necesitaban 16 cilindros y cuatro turbocompresores, ahora basta con un par de motores eléctricos. Con semejante rendimiento las prestaciones ya no impresionan: de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos para el Macan 4, y en apenas 3,3 segundos para el Macan Turbo, que alcanza los 260 km/h, mientras que el Macan 4 tiene que conformarse con una punta de «sólo» 220 km/h.
En los dos casos la batería tiene una capacidad bruta de 100 kWh, y puede cargarse del 10% al 80% en apenas 21 minutos… en una estación de carga con corriente continua que suministre 270 kW de potencia, que es la máxima que admite el Macan. La autonomía combinada según el ciclo WLTP alcanza los 613 km en el Macan 4, y llega a 591 km en el Macan Turbo. Y la capacidad máxima de remolque alcanza los 2.000 kg.
Tracción total y eje trasero direccional
Con un motor situado en cada eje, tanto el Macan 4 como el Macan Turbo cuentan con tracción a las cuatro ruedas. Para los más escépticos, Porsche saca pecho a este respecto, presumiendo de que el sistema Porsche Traction Management (ePTM) funciona hasta cinco veces más rápido que una tracción integral convencional, lo que permite responder ante el deslizamiento y gestionar el par que tiene que proporcionar cada eje en apenas 10 milisegundos. Créetelo, es lo bueno que tiene esto de la electrónica. Por supuesto, no falta el Porsche Torque Vectoring Plus, un bloqueo de diferencial en el eje trasero también controlado electrónicamente, para una mayor eficacia en conducción deportiva.
La suspensión, cómo no, también cuenta con amortiguadores controlados electrónicamente, y con muelles neumáticos de serie en el Macan Turbo, opción en el Macan 4. Una novedad son los amortiguadores con una nueva tecnología de válvulas que permite mayor margen entre el ajuste que debe proporcionar el máximo confort y el más deportivo. Además, por primera vez en el Macan, también se ofrece la posibilidad de instalar un sistema de dirección a las cuatro ruedas.
En cuanto al interior, este sí de diseño muy Porsche, destacar la capacidad del maletero, que puede llegar hasta 540 litros, a los que hay que añadir un espacio adicional bajo el capó delantero con otros 84 litros. Abatiendo los asientos traseros se llega hasta los 1.348 litros. El conductor y el pasajero delantero se sientan casi 3 centímetros más abajo, y los pasajeros traseros cuentan con más espacio para las piernas. El sistema multimedia, ya basado en Android Automotive, tiene una pantalla central de 10,9 pulgadas y opcionalmente se puede equipar otra del mismo tamaño para el pasajero; la instrumentación también es digital, con una pantalla de 12,6 pulgadas, y por primera vez se ofrece una instrumentación head-up display proyectada en el parabrisas con realidad aumentada que hace que la imagen aparezca como flotando a una distancia de unos 10 metros delante del conductor.
Los precios del primer SUV eléctrico de Porsche para el mercado español parten desde 85.382 euros para el Macan 4, y desde 116.914 euros para el Macan Turbo.