Un equipo internacional, liderado por la Estación Biológica de Doñana del CSIC, ha revelado que las gaviotas sombrías juegan un papel crucial en la dispersión de plásticos hacia reservas naturales, como la Laguna de Fuente de Piedra en Málaga. Mediante un modelo de deposición de plástico basado en el movimiento y la dieta de estas aves, se ha estimado que cientos de kilos de residuos plásticos son transportados anualmente desde vertederos abiertos. Este descubrimiento pone de manifiesto el impacto significativo de la biovectorización en la contaminación de ecosistemas naturales, destacando la urgencia de reducir la producción de desechos plásticos.
Impacto inadvertido
La relación entre las aves acuáticas y la contaminación de plásticos ha emergido como un tema de creciente preocupación para los científicos y conservacionistas. Un estudio reciente, dirigido por la prestigiosa Estación Biológica de Doñana del CSIC, ha arrojado luz sobre el papel significativo que desempeñan las gaviotas sombrías en el transporte de residuos plásticos desde vertederos abiertos hasta reservas naturales. Esta investigación, publicada en la revista Waste Management, forma parte del proyecto GuanoPlastic, financiado por la Junta de Andalucía, y destaca la necesidad de reconsiderar nuestra percepción de los impactos ambientales generados por la actividad humana.
Las gaviotas, a menudo vistas merodeando en vertederos en busca de alimento, han sido identificadas como biovectores clave en la dispersión de plásticos hacia entornos naturales. Utilizando dispositivos GPS para rastrear el movimiento de 45 gaviotas a lo largo de siete años, los investigadores han podido correlacionar los patrones de movimiento de estas aves con la deposición de residuos plásticos en la Laguna de Fuente de Piedra, en Málaga. Este humedal, de vital importancia ecológica, ha visto cómo se depositaban en él cantidades significativas de plásticos y otros materiales no biodegradables, principalmente a través de egagrópilas regurgitadas por las gaviotas.
Un daño en la sombra
Víctor Martín Vélez, del CSIC, enfatiza que, hasta la fecha, la acumulación de plástico en ambientes acuáticos continentales como lagos y humedales había sido subestimada. La investigación revela que el 86% de las egagrópilas analizadas contenían plásticos, lo que indica una preocupante integración de estos materiales en la dieta de las aves. Además, se ha estimado que cada invierno, estas aves depositan en promedio 400 kilogramos de plástico en el lago, con un pico de 800 kilogramos durante el invierno de 2019-2020.
El estudio también ha permitido identificar los tipos de plásticos más comunes encontrados en el lago, siendo el polietileno, el polipropileno y el poliestireno los polímeros predominantes. Esta información es crucial para entender la composición de los residuos y desarrollar estrategias más efectivas para su gestión y mitigación.
Andy Green, profesor de investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, subraya la singularidad de este estudio al ser el primero en documentar detalladamente este fenómeno de biovectorización de residuos por gaviotas. El impacto de esta actividad en la Laguna de Fuente de Piedra es significativo, convirtiéndola en la principal fuente de plásticos en este ecosistema. La falta de desagüe en la laguna significa que los plásticos depositados probablemente permanecerán allí, descomponiéndose eventualmente en microplásticos que podrían afectar a una amplia gama de fauna, incluidos los flamencos.
Esta investigación destaca la complejidad de los impactos ambientales generados por las actividades humanas y la necesidad de abordar la contaminación por plásticos de manera integral. La biovectorización por parte de las gaviotas sombrías no solo afecta la salud de estas aves, sino que también contribuye a la bioacumulación de plásticos en ecosistemas naturales, subrayando la importancia de reducir nuestra producción de residuos plásticos y mejorar las prácticas de gestión de vertederos.
Un problema global
La relevancia de este estudio trasciende las fronteras de Andalucía o incluso de España, ya que el comportamiento de las gaviotas sombrías refleja un patrón que probablemente se repita en otras regiones del mundo donde las aves interactúan con vertederos abiertos. Esto sugiere que la biovectorización de residuos es un problema global que requiere una respuesta coordinada y multifacética, involucrando a gobiernos, comunidades científicas y la sociedad en general.
La necesidad de abordar la raíz del problema es evidente: reducir la producción de residuos plásticos y mejorar la gestión de los vertederos son pasos esenciales para mitigar este fenómeno. Además, la educación y sensibilización sobre el impacto ambiental de nuestros desechos pueden jugar un papel crucial en la promoción de un cambio de comportamiento hacia prácticas más sostenibles.
Este estudio no solo arroja luz sobre un problema ambiental emergente sino que también llama a una reflexión más amplia sobre nuestra relación con el medio ambiente. La interacción entre las gaviotas y los vertederos sirve como un recordatorio de las complejas conexiones ecológicas que sostienen la vida en nuestro planeta y de nuestra responsabilidad compartida en su conservación. La biovectorización de plásticos por las gaviotas sombrías destaca la urgencia de adoptar medidas concretas para proteger nuestros ecosistemas naturales, garantizando así la salud de nuestro planeta para las generaciones futuras.
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