Con el objetivo de que las miradas, y posteriormente las ventas, se centren en las versiones eléctricas que las marcas presentan estos modelos son hoy en día los primeros en dejarse ver por el público en general, algo que también hizo MINI con el Cooper «clásico» de tres puertas aunque eso no significa que la marca no tenga intención de ofrecerlo con motores de combustión.
De hecho aquí lo tenemos por fin, el MINI Cooper con motor de combustión ya es una realidad y lo hace bajo las denominaciones «C» y «S«, siendo la primera destinada a identificar la motorización más descafeinada mientras que la segunda se refiere a la motorización más potente. Independientemente de ello se ofrecerán en los nuevos acabados Essential, Classic, Favoured y JCW, todo ellos tomando como base la línea de diseño que ya hemos podido ver en la versión totalmente eléctrica.
De esta manera el MINI Cooper con motor de combustión se presenta con el nuevo diseño minimalista que la marca ha imprimido en la nueva generación, marcado en el frontal por la presencia de la nueva parrilla de diseño octogonal dividida en dos secciones mediante un travesaño pintado en el mismo color que el resto de la carrocería, con una parte superior que la versión de combustión presenta una rejilla abierta para dejar paso al aire y en la que se incluye el pequeño sensor de radar para los sistemas de asistencia y ayuda a la conducción.
Si nos vamos a la vista lateral, veremos que respecto a la versión eléctrica el Cooper de combustión contará con los pasos de rueda en contraste pintados en color negro, algo que sin duda le sienta muy bien y añaden una nota más clásica para este modelo. También desde aquí podremos ver las llantas, disponibles en distintos modelos y en tamaños que van de 16 a 18 pulgadas. En la zaga no encontraremos mayores diferencias, mostrándose con los nuevos rasgos en los que llaman poderosamente la atención el diseño de las ópticas traseras. Habrá una paleta de colores amplia y cuatro colores para el techo, además de la opción exclusiva Favoured Trim que aporta el diseño degradado para el techo Multitone.
El interior de los MINI Cooper C y S sigue la línea de la versión eléctrica, minimalista e inspirada en el MINI clásico, contribuyendo a un ambiente limpio y que destaca por la sensación de amplitud especialmente si montamos el techo panorámico de cristal. El salpicadero se presenta con un volante de nueva factura con un gran protagonista dado por la pantalla OLED de alta resolución con marco de cristal y un tamaño que crece hasta los 240 mm de diámetro, la cual reúne en la parte superior información principal del vehículo y una inferior con distintas funciones, mientras que el menú principal es intuitivo y se usa como un smartphone, además de ser configurable y modificable en función del modo de conducción seleccionado.
En función de la versión y acabado elegido tendremos numerosos sistemas de asistencia y ayuda al conductor, los cuales podremos complementar con las distintas opciones que la marca nos ofrece, encontrándonos con tecnologías como la asistencia con visualización en 3D y Visualización con Realidad Aumentada que entre otras cosas muestra la situación actual del tráfico o proporciona información sobre el aparcamiento, el completo paquete Driving Assistant Plus, control automático de velocidad y distancia, Asistente Personal Inteligente MINI o la Llave Digital Plus MINI, con la que convertir nuestro smartphone en la propia llave del teléfono.
Como os decía al principio, el MINI Cooper con motor de combustión se ofrecerá en dos versiones. El Cooper C está equipado con un bloque tricilíndrico gasolina que entrega una potencia de 156 CV y un par motor de 230 Nm, con el que registra un consumo máximo de 6,5 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 146 g/km según el ciclo WLTP. Un escalón por encima estará el Cooper S, equipado por un bloque gasolina de cuatro cilindros del que se extrae una potencia de 204 CV y un par motor de 300 Nm, con un consumo ligeramente superior de 6,7 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 150 g/km según WLTP.