Fuente: Rudy Carezzevoli
En el apasionante mundo de la automoción, y especialmente del motorsport, cada componente juega un papel crucial en el rendimiento y la eficiencia de un vehículo. Uno de estos componentes, a menudo subestimado pero de vital importancia, es la válvula de descarga, también conocida como wastegate.
Juega un papel crucial en los motores turboalimentados, y en Fórmula 1 suscitó mucha polémica en el pasado, especialmente en motores Ferrari, por el humo que salía de esta parte o por el aceite que tiraban… Aquí te revelaremos todos los secretos.
¿Qué es la wastegate o válvula de descarga?
La válvula de descarga, o wastegate, es un componente esencial en el sistema de turbocompresión de un motor. Su función principal es la de controlar y limitar la presión de sobrealimentación, desviando parte de los gases de escape directamente al tubo de escape y evitando que pasen por la turbina. De esta manera, se evita que la presión exceda el límite máximo establecido, protegiendo así tanto al turbocompresor como al motor de posibles daños. En resumen, la wastegate actúa como un guardián, asegurando que la presión de sobrealimentación se mantenga siempre dentro de los parámetros seguros y óptimos para el funcionamiento del motor.
Además, es importante mencionar que existen dos tipos principales de válvulas de descarga: las internas y las externas. Las wastegates internas están integradas en la carcasa del turbocompresor, mientras que las externas son unidades independientes instaladas entre el colector de escape y la turbina. Cada tipo tiene sus propias ventajas y desventajas, y la elección entre una y otra dependerá de las necesidades específicas de cada motor y de su aplicación.
Por último, es crucial realizar un mantenimiento adecuado de la wastegate para garantizar su correcto funcionamiento. Un fallo en esta válvula puede resultar en una presión de sobrealimentación excesiva o insuficiente, lo