El invierno supone un reto a la hora de viajar. Aunque cada vez es menos frecuente que las temperaturas bajen en exceso, hay varias semanas, a nivel general, en que el frío hace acto de presencia y que dificulta el uso del coche. Por suerte, contamos con el sistema de calefacción, que permite que el habitáculo esté caliente y se pueda viajar con comodidad. Pero hay maneras para hacer que la calefacción sea más eficiente y que se pueda calentar el habitáculo mejor y con más rapidez.
Primero, hay que recordar que el aislamiento es fundamental. El calor ha de permanecer en el interior del habitáculo, así que es fundamental que las ventanillas estén cerradas y que el aire caliente no salga al exterior. Si hay un fallo en el aislamiento del habitáculo, la temperatura bajará excesivamente y la calefacción tendrá que trabajar más para conseguir mantener la temperatura deseada.
Otro punto a tener en cuenta es comenzar a calefactar el interior del coche de forma gradual. Es decir, es mejor no utilizar la calefacción a máxima potencia de entrada. Es mejor conectar este sistema a una temperatura no muy elevada e ir subiendo a medida que el motor vaya cogiendo una temperatura adecuada. De esta manera, se evita un sobreesfuerzo del mismo y un ahorro de combustible.
En cuanto a los difusores de aire, hay que enfocarlos hacia abajo. El aire caliente asciende y se acumula en la parte superior, en el techo. Así que si se enfocan los difusores hacia arriba, el aire se dirigirá hacia la parte superior y no llegará a los pies. Para evitar esto, es mejor enforcar hacia abajo. Así, el aire saldrá hacia abajo y ascenderá, de manera que la zona inferior se calentará y al mismo tiempo, el aire caliente subirá y el habitáculo se calentará de manera gradual.
Si se alcanza una temperatura agradable, se puede parar la calefacción durante periodos de tiempo determinados. No hace falta tener la calefacción en marcha, ya que la temperatura puede mantenerse durante un tiempo si el coche está bien aislado. Aún así, es importante ventilar de manera periódica el interior del coche para eliminar la humedad que se produce con el uso de la calefacción.
También se puede producir que las ventanillas y el parabrisas se cubra de vaho, así que hay que utilizar el sistema de desempañado cada vez que haga falta. Una buena manera es conectar el aire acondicionado frío y orientarlo al parabrisas durante unos segundos. Esto ayuda a eliminar el vaho. Aunque esto suponga tirar aire frío durante un momento, la seguridad es fundamental y no hay que arriesgarse a perder visibilidad.
Y, por supuesto, hay que llevar ropa adecuada. No hay que llevar abrigos que abulten demasiado y que dificulten el movimiento, pero hay que ir cómodo y con una ropa que evite que se pase frío.
Por último, se puede parar la calefacción cuando se está llegando al destino, de manera que los últimos kilómetros se realicen sin que la calefacción esté en marcha, usando la temperatura residual para disfrutar de una buena temperatura.