El BMW X2 sorprendió en 2017 cuando presentó su primera entrega. Se trataba del primer crossover coupé de dimensiones compactas en la marca alemana, utilizando la plataforma del X1. Ahora, unos cuantos años después ya tenemos la segunda generación en las calles. Y sí, ya lo hemos probado.
Se trata de un coche que mantiene el planteamiento del modelo anterior, pero que crece en todas las cotas. De hecho, es casi 20 centímetros más largo que antes, superando al actual X1. Hemos ido a su presentación nacional y en las siguientes líneas -apoyándonos también en el vídeo de nuestro canal de YouTube– os vamos a contar todas sus características, novedades y peculiaridades.
El exterior del BMW X2 cambia por completo
Estéticamente toma los rasgos de identidad de los últimos modelos de la marca, con líneas muy tensas y una calandra enorme, que incluso puede ir iluminada. Los faros también son nuevos, siendo matriciales de LED en los acabados superiores.
En el lateral vemos la típica silueta de un SUV coupé, con un frontal alto, una parte central que se eleva y cae suavemente y un agresivo corte vertical al llegar a la zaga. En los paneles de la las formas son más suaves, mientras que las llantas pueden llegar a las 21 pulgadas.
Por su parte, la zona trasera es la que más comentarios ha levantado desde que fuera presentado hace unos meses. Reconozco que a mí tampoco me enamora precisamente con ese diseño de los pilotos o el corte tan recto del portón. Al menos en las versiones M35i tenemos cuatro marcadas salidas de escape.
El interior es más tecnológico y amplio, pero no más atractivo
El habitáculo del BMW X2 también cambia mucho. Adopta el nuevo estilo que ya estamos viendo en las últimas actualizaciones e incorporaciones, con esta doble pantalla corrida de 10,25 y