Los coches eléctricos enchufables han comenzado utilizando una de las mejores tecnologías de baterías que ya existían, como las de iones de litio que ya se usan en el mundo de la electrónica para multitud de dispositivos. Sin embargo, ahora, muchos fabricantes están desarrollando nuevas tecnologías que permitan reducir peso y volumen, a la par que alargan la autonomía. Me refiero a las baterías de estado sólido.
Las baterías de estado sólido para coches son una tecnología en desarrollo que busca revolucionar el mundo del vehículo eléctrico. A diferencia de las baterías de iones de litio que usamos actualmente, que emplean un electrolito líquido, las de estado sólido utilizan uno sólido, lo que trae consigo varias ventajas…
Ventajas y desventajas de las baterías de estado sólido
Entre las ventajas que tenemos en este tipo de baterías de estado sólido tenemos que destacar:
Mayor autonomía y tiempos de carga más rápidos: el electrolito sólido permite el uso de ánodos de metal de litio puro, almacenando mucha más energía. Se eliminan las dendritas, que son estructuras que se forman en las baterías de iones de litio y que pueden provocar cortocircuitos y reducir la vida útil. Esto permite cargas más rápidas y seguras, pudiendo recargar la batería en cuestión de minutos.
Mayor seguridad: al ser sólido, el electrolito no es inflamable, lo que reduce drásticamente el riesgo de incendio. Funcionan a temperaturas más bajas, lo que las hace más estables.
Más duraderas: las baterías de estado sólido no sufren degradación con el tiempo tan rápido como las de iones de litio, pudiendo durar muchos más años. Además, funcionan mejor en climas extremos, tanto en frío como en calor.
Más ligeras y compactas: al no necesitar carcasa para contener el electrolito líquido, pesan menos y ocupan menos espacio.
Sin embargo, también hay algunos retos que hay que superar, no todo son