Hace más de un lustro que la firma de los chevrones se sumergió a probar suerte en el segmento de los B-SUV con el primer Citroën C3 Aircross, y lo cierto es que, tal y como suponían por el incipiente auge que ya entonces saboreaba el mercado con ese tipo de coches, la cosa no fue nada mal… Por eso ahora llega el momento de dar la bienvenida a su segunda generación.
Con respecto al primogénito, los cambios son notables. Empezando por la estética, vemos un conjunto que adapta los rasgos del nuevo C3 a un estilo aún más SUV (la crossoverización alcanza su máxima potencia en la historia del modelo) con paragolpes que simulan protecciones inferiores, líneas más agresivas que dejan atrás el carácter redondeado y amable de los anteriores Aircross y ruedas más grandes con hasta 690 mm de diámetro.
Un utilitario de 7 plazas
Otra de sus grandes novedades y seguramente principal característica es que, con tan solo 4,39 metros de largo, será capaz de ofrecer hasta 7 plazas. Esto, sin duda, le diferencia de sus competidores más directos (SEAT Arona, Nissan Juke, Fiat 600 o el exitoso Yaris Cross) y le sitúa también como una de las opciones más idóneas para las familias numerosas que necesiten una alternativa más accesible que los compactos o los SUVs de tamaño medio.
Aunque los datos suministrados por Citroën son aún escasos, es de suponer que el interior, en cuanto a equipamiento y diseño, no variará con respecto a lo que ya conocemos del C3 MY2024. Así pues, veremos una instrumentación digital camuflada en la parte izquierda del salpicadero y una pantalla central de 10,25 pulgadas con todo tipo de conectividad y con cámara de visión trasera que facilitará las maniobras de aparcamiento.
Motores para el nuevo Citroën C3 Aircross
La gama mecánica debería disponer del