El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha anunciado un aumento significativo en los aranceles a autos eléctricos y paneles solares fabricados en China. La medida, que incluye un impuesto fronterizo del 100% a los autos eléctricos chinos, busca proteger los empleos en EE.UU. y responder a las políticas comerciales desleales de China. Pekín ha prometido tomar represalias, mientras los analistas consideran que la acción es en gran parte simbólica y destinada a ganar votos en un año electoral difícil.
Biden endurece aranceles contra productos chinos
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha intensificado las tensiones comerciales con China al anunciar un aumento significativo en los aranceles sobre autos eléctricos, paneles solares, acero y otros bienes fabricados en China. La Casa Blanca explicó que estas medidas, que incluyen un impuesto fronterizo del 100% a los autos eléctricos chinos, responden a políticas comerciales desleales y buscan proteger los empleos estadounidenses.
El anuncio de Biden se produce tras meses de críticas del expresidente Donald Trump, quien ha argumentado que el apoyo de Biden a los autos eléctricos «destruiría» la industria automotriz de EE.UU. En un discurso el martes, Biden prometió que no permitiría que China «controle injustamente el mercado» de vehículos eléctricos y otros productos clave, incluyendo baterías, chips informáticos y suministros médicos básicos.
China responde con represalias
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China expresó su oposición a los nuevos aranceles, señalando que «afectarán gravemente el ambiente de cooperación bilateral». China también ha prometido tomar medidas de represalia. Los analistas creen que los aranceles son en gran medida simbólicos y están destinados a asegurar votos en un año electoral complicado.
Los nuevos aranceles afectarán aproximadamente $18 mil millones en importaciones, según la Casa Blanca. Además del aumento de los aranceles a los vehículos eléctricos del 25% al 100%, los impuestos sobre las células solares aumentarán del 25% al 50%, y las tasas sobre ciertos productos de acero y aluminio más que se triplicarán hasta alcanzar el 25%.
Impacto en el comercio y la economía
El anuncio de Biden expande los amplios impuestos fronterizos que EE.UU. impuso a los productos chinos bajo la administración Trump, citando prácticas comerciales injustas. Durante la revisión de las medidas por parte de la administración Biden, el gobierno recibió casi 1,500 comentarios, en su mayoría de empresarios que argumentaron que los aranceles estaban elevando los precios para los estadounidenses y pidieron su eliminación.
La decisión de Biden de mantener los aranceles y expandirlos a nuevas áreas, a pesar de la inflación persistente en EE.UU., refleja un cambio dramático en las perspectivas comerciales de ambos partidos políticos en EE.UU., que durante mucho tiempo habían defendido los beneficios del comercio global.
Protección de industrias clave
Wendy Cutler, exfuncionaria de comercio de EE.UU. y ahora vicepresidenta del Asia Society Policy Institute, señaló que los estadounidenses están dispuestos a aceptar autos más caros a cambio de proteger las empresas y los empleos estadounidenses. «Hemos visto esta película antes: con la energía solar, el acero y el aluminio. Y cuando se trata de automóviles y otros productos, EE.UU. necesita adelantarse a la curva», dijo.
En una conferencia de prensa, funcionarios de la Casa Blanca negaron que la política interna influyera en la decisión. Argumentaron que Pekín no ha mostrado signos de alejarse de prácticas que perjudican a EE.UU., incluyendo reglas que obligan a las empresas occidentales a compartir información con el objetivo de robarla y subsidios que permiten a las empresas chinas inundar el mercado.
Perspectivas futuras y reacción global
Erica York, economista senior en la Tax Foundation, comentó que ambos candidatos están siguiendo el mismo camino de mayores barreras comerciales y mirando hacia adentro «en lugar de considerar lo que podemos hacer en el frente de la política que realmente haría nuestros sectores más competitivos».
Los funcionarios de la Casa Blanca afirmaron que los aranceles estaban dirigidos y no esperaban que impulsaran la inflación, contrastando su enfoque con el de Trump, quien una vez se autodenominó un «hombre de aranceles». Mientras tanto, la comunidad empresarial está observando si Europa tomará medidas similares, especialmente dado el aumento de ventas de empresas chinas en Europa y otros países. La administración Biden subraya que asegurar que las tecnologías verdes no sean dominadas por un solo país es crucial para una transición exitosa y sostenible a largo plazo.
Un año electoral complicado
El enfrentamiento comercial entre EE.UU. y China, que comenzó en 2018 bajo la administración Trump, continúa evolucionando. Aunque las nuevas medidas podrían tener un impacto práctico mínimo, reflejan la importancia estratégica de proteger las industrias clave en un año electoral. Con las elecciones en el horizonte, tanto Biden como Trump buscan posicionarse como defensores de los empleos y la competitividad estadounidense, lo que asegura que el comercio y las políticas arancelarias seguirán siendo un tema candente en la agenda política.
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