Como sabes, el queroseno es un combustible utilizado en la aviación, para los motores a reacción. Sin embargo, no es frecuente ver un coche con motor que funcione con este combustible, aunque opera de forma similar a un diésel. Tan solo ha habido algunos prototipos que han empleado este tipo de combustible, o para aplicaciones muy específicas, como veremos, y no ha llegado a la producción en masa.
Durante la pandemia, y las restricciones en los vuelos, se llegó a hablar de mezclar el queroseno con diésel para así aprovechar el combustible que no estaban usando los aviones, pero se descartó la idea, ya que podía llevar a inconvenientes en los motores. Sea como sea, lo cierto es que me parecía un tema interesante del que hablar…
Sobre el queroseno como combustible para coches
Como ya hemos explicado en otros artículos, el queroseno es un combustible que opera de forma similar al diésel. Se inyecta en una cámara de combustión junto con aire comprimido, y se enciende la mezcla mediante una chispa para que se produzca la combustión y genere energía. Sin embargo, este líquido tiene algunas propiedades diferentes al gasóleo. En los aviones, como te expliqué en este artículo, funciona de forma particular, pero se puede adaptar perfectamente a un motor de combustión interna alternativo con pistones y cigüeñal como el de los coches.
Queroseno y parafina son lo mismo. Su fórmula es CnH2n+2, los principales alcanos,son el metano, etano, propano, butano y otros. Es lo mismo que se usa en muchas estufas…
Dicho esto, veamos algunas de sus ventajas:
Mayor potencia y eficiencia: el queroseno tiene un mayor poder calorífico que la gasolina y el diésel, lo que se traduce en una mayor potencia y eficiencia del motor. Los motores que funcionan con queroseno pueden alcanzar mayor velocidad y aceleración con un menor consumo