La Comisión Europea ha decidido imponer aranceles adicionales de hasta el 38.1% a los vehículos eléctricos importados desde China a partir del 4 de julio, alegando subsidios excesivos como motivo. Beijing ha respondido con amenazas de tomar medidas para proteger sus intereses, calificando la decisión como proteccionismo. La industria automotriz china ha afirmado que podrá sobrellevar los aranceles, mientras que fabricantes europeos temen represalias que afecten sus ventas en el mercado chino. La investigación anti-subsidios de la UE concluirá el 2 de noviembre, momento en el cual podrían imponerse aranceles definitivos por cinco años .
Primeras repercusiones de los aranceles
La decisión de la Comisión Europea de imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos ha generado una ola de reacciones tanto en Europa como en China. Según los datos proporcionados por la Comisión, los nuevos aranceles, que se suman al arancel estándar del 10%, oscilan entre el 17.4% para vehículos de BYD y el 38.1% para los de SAIC. Esta medida podría traducirse en miles de millones de euros en costos adicionales para los fabricantes chinos, que ya enfrentan una demanda decreciente y precios a la baja en su mercado interno.
La Unión Europea justifica su decisión basándose en una investigación que identificó subsidios excesivos que otorgaban a los fabricantes chinos una ventaja competitiva desleal. Esta investigación, iniciada en octubre pasado, culminará el 2 de noviembre, fecha en la que se decidirá si los aranceles se mantendrán de manera definitiva durante cinco años. Entre los principales afectados se encuentran empresas como BYD, SAIC y Geely, quienes han visto cómo su participación en el mercado europeo ha crecido rápidamente en los últimos años, alcanzando el 8% en 2023, con proyecciones de llegar al 15% en 2025.
Impacto en la industria europea
La medida también tiene repercusiones significativas para los fabricantes europeos de automóviles, muchos de los cuales tienen una presencia considerable en el mercado chino. Empresas como BMW y Volkswagen han manifestado su preocupación por las posibles represalias de Beijing. Estas compañías no solo exportan vehículos desde China hacia Europa, sino que también dependen en gran medida de sus ventas en el mercado chino. En el primer trimestre de 2024, aproximadamente el 30% de las ventas de las principales automotrices alemanas provinieron de China.
Andrew Kenningham, economista jefe de Europa en Capital Economics, subraya que esta decisión marca un cambio importante en la política comercial de la UE, que hasta ahora ha evitado tomar medidas tan drásticas contra industrias clave. El temor entre los fabricantes europeos es que se repita el escenario vivido hace una década con los paneles solares, cuando las acciones limitadas de la UE para frenar las importaciones chinas resultaron en el colapso de muchos fabricantes europeos.
Respuesta china
Desde Beijing, la respuesta no se ha hecho esperar. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, calificó la investigación de la UE como un «caso típico de proteccionismo» y advirtió que los aranceles dañarían la cooperación económica y la estabilidad de las cadenas de suministro globales en la industria automotriz. China ha prometido tomar todas las medidas necesarias para proteger sus derechos e intereses legítimos, incluyendo posibles represalias comerciales.
Sin embargo, no todos en China ven la situación con alarma. Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Autos de Pasajeros de China, indicó que los aranceles provisionales de la UE estaban dentro de lo esperado y que no tendrían un impacto significativo en la mayoría de las empresas chinas. Según Cui, fabricantes como Tesla, Geely y BYD todavía tienen un gran potencial de desarrollo en Europa y están comenzando a invertir en la producción local para evitar futuros aranceles.
Proyecciones y reacciones
Los economistas predicen que el impacto económico inmediato de estos aranceles adicionales será moderado. El Instituto Kiel para la Economía Mundial estima que un arancel promedio del 20% podría reducir las importaciones chinas de vehículos eléctricos en un 25%, con una compensación parcial a través de un aumento de la producción europea. Sin embargo, no está claro si los fabricantes europeos podrán llenar completamente el vacío dejado por la reducción de importaciones chinas.
Para algunos analistas, como Will Roberts de RHO Motion, el verdadero desafío será ver si Beijing decide tomar represalias directas o buscar una solución amistosa. Mientras tanto, el sector automotriz europeo permanece en vilo, evaluando cómo estas tensiones comerciales influirán en su futuro cercano y en sus estrategias de mercado a largo plazo.
El artículo Europa impondrá a China aranceles de hasta el 38% a los vehículos eléctricos a los que se oponen sus propios fabricantes aparece primero en Driving ECO.