Ya está a la venta la nueva gama Ford Kuga MY24, con una interesante actualización estética y técnica que afecta al diseño exterior e interior, a la conectividad, al rendimiento de las versiones con sistema de propulsión híbrido y con una nueva variante de acabado denominada Active, que pone el foco en el aspecto más aventurero del SUV de Ford. Ahora que lo hemos conducido y que conocemos los precios al detalle, podemos entrar más a fondo en todos estos cambios y, sobre todo, resolver las principales dudas con las que se puede encontrar el comprador de un Kuga: ¿merece la pena el acabado Active? ¿Interesa la versión híbrida FHEV o el híbrido enchufable PHEV?
Vamos a ello…
Puesta al día en diseño exterior e interior y nuevo acabado Active más «campero»
Exteriormente no es que haya muchos cambios en esta nueva gama, pero los pocos que hay aportan una imagen más «fresca». Son nuevos los faros full LED, que en algunas versiones con la opción de los faros matriciales también incorporan una tira LED que los une justo por encima de la parrilla. Son nuevos el capó, la propia parrilla (ahora con el logo integrado) y los pilotos y el difusor traseros, y hay nuevos diseños de llantas y nuevos colores de carrocería.
Pero la novedad más importante es la llegada de las versiones Active, que se diferencian estéticamente del otro nivel de acabado, el Style, por su imagen más aventurera. Para ello, incorpora un diseño diferente de las barras de la parrilla y de las entradas de aire, protectores inferiores en el frontal y en la zaga en color de contraste, a juego con los estribos laterales, logotipos «Active» y una suspensión elevada 10 mm en el eje delantero y 5 mm en el trasero, para una mayor altura libre al suelo. Además, estas versiones Active también añaden el programa adicional «Trail» al selector de modos de conducción, diseñado para adaptar el funcionamiento del control de tracción y la respuesta al acelerador a las condiciones de baja adherencia que podemos encontrar fuera del asfalto, por ejemplo al circular sobre caminos de tierra o con barro.
A la hora de elegir, la verdad es que estas versiones Active apenas suponen un sobrecoste de 200 euros -precios de tarifa- sobre los Style, y son mucho más «resultonas», seguro que van a tener una gran acogida. Esa mayor altura al suelo y el modo Trail pueden ser de cierta ayuda para aventurarte por caminos en buen estado con algo más de seguridad -te recomiendo que optes por los neumáticos All Season que se ofrecen como opción, por unos 370 euros-, y no condiciona en absoluto ni las prestaciones ni el comportamiento dinámico, pues el tarado de la amortiguación es el mismo.
En el interior, lo más destacado es la nueva consola central con una pantalla multimedia horizontal de 13,2 pulgadas, cómo no, con lo último en conectividad de Ford, el sistema SYNC 4. Por hacer un repaso: cuenta con modos de acceso rápido, actualizaciones OTA, posibilidad de consultar el manual de usuario de forma digital, integración de Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica y conectividad 5G. La instrumentación es digital en todas las versiones, con una pantalla de 12.3 pulgadas configurable. Y también son nuevos los asientos, que varían su diseño y tapizado en función de las versiones de acabado: además de certificación AGR, que indica que están diseñados y validados para «velar» por la salud de tu espalda, los más altos de gama pueden contar con hasta 18 direcciones de ajuste.
Sistema de propulsión híbrido mejorado: más eficiencia
La nueva gama Ford Kuga simplifica la oferta para quedarse con una versión de acceso con el motor 1.5 EcoBoost de gasolina, con 150 CV, caja de cambios manual de seis velocidades y etiqueta C, al no contar con ningún tipo de hibridación. Una versión de «poco recorrido», a pesar del buen rendimiento del pequeño motor de 3 cilindros incluso en un coche ya de este tamaño. Pero es que por menos de 2.000 euros más tienes el Kuga FHEV híbrido, ya con transmisión automática y que con 180 CV no solo anda mucho más, sino que también gasta considerablemente menos, y además añade las ventajas de la etiqueta ECO.
¿Primera conclusión? Pues que el 1.5 Ecoboost no interesa, y si quieres un Kuga lo más inteligente es optar por el híbrido. Además, las versiones Active no se ofrecen con el motor Ecoboost, lo que dirige aún más las miradas hacia la versión FHEV. En este caso tenemos otra segunda posibilidad, que es la variante FHEV con tracción a las cuatro ruedas. Es el único Kuga 4×4, porque el híbrido enchufable solo se ofrece con tracción delantera. Y ya te adelanto que el 4×4 tampoco interesa. Hazme caso: mejor ahórrate los casi 2.000 euros que cuesta de más la tracción o inviértelos en equipamiento. No quiero ser pesado, pero si te preocupa la seguridad en situaciones de baja adherencia, créeme, unos buenos neumáticos All Season mejor que un 4×4 con neumáticos de verano…
Y por encima queda el Kuga híbrido enchufable, que ahora eleva la potencia hasta los 243 CV y permite una autonomía en modo eléctrico de hasta 68 km, por lo que cuenta con la etiqueta CERO emisiones de la DGT. Antes de seguir te diré que Ford ha montado una caja de cambios optimizada para las versiones FHEV 4×4 y PHEV -incomprensiblemente se queda fuera el híbrido de tracción delantera, que mantiene la misma transmisión que en el modelo saliente-, que permite unas mejores prestaciones: el PHEV rebaja hasta 2 segundos la aceleración de 0 a 100 km/h, que es mucho, y en ambas versiones aumenta la capacidad de remolque en más del 30%, para llegar a los 2.100 kg.
Y ahora volvemos al Kuga PHEV y a las cifras. Porque a igualdad de acabado, el PHEV cuesta unos 4.000 euros más que el híbrido auto-recargable, diferencia que puede incluso anularse por completo si te acoges al Plan MOVES y tiene un coche para achatarrar, o reducirse a la mitad si no entregas coche. Por lo tanto, hay que hacer muy bien las cuentas… incluso aunque no tengas dónde enchufarlo a diario, porque cuando la batería no tiene carga el PHEV sigue funcionando casi como el híbrido convencional, y tal y como se están poniendo las cosas, la etiqueta CERO es una garantía de movilidad… y de un mayor valor residual si en el futuro toca cambiar de coche. Además, siempre podrás recargarlo de vez en cuando en algún punto de carga público. Eso sí, la mayor desventaja del híbrido enchufable es que pierdes unos 100 litros de maletero, aunque la banqueta trasera desplazable longitudinalmente siempre es una ayuda.
En el recorrido durante la toma de contacto pudimos confirmar lo que ya sabíamos del Kuga con las motorizaciones híbridas: funcionan muy bien y gastan muy poco. Con el HEV es posible viajar en modo ECO a ritmo del tráfico y moverse en consumos de entre 5, y 6 l/100 km con total facilidad, mientras que el PHEV permite aprovechar el aporte eléctrico para recorrer los primeros 100 km con medias en torno a los 2,5 l/100 km, y mantenerse por debajo de los 5 l/100 km acumulados durante los 100 km siguientes… Si empiezas con la batería agotada, gastará un poco más que el híbrido no enchufable -acusa el mayor peso de la batería, sobre todo-, pero el consumo no se dispara, con medias de 7,5 l/100 km.
Acabado, equipamiento, precio y descuentos del Ford Kuga
Podría ponerte aquí la lista oficial de precios del Ford Kuga, pero te serviría para sacar referencias entre las diferentes versiones y poco más, porque Ford aplica descuentos a los precios de tarifa que solo puedes consultar si configuras la versión que te interesa en su página web. Sí te diré que, por ejemplo, el precio de tarifa de la versión de acceso, el ST-Line 1.5 Ecoboost, parte desde 39.600 euros, pero se queda en 32.000 euros aplicando el descuento promocional y el que se añade por financiar la compra: casi 8.000 euros de descuento.
En el caso del Kuga FHEV híbrido 4×2 con acabado Active, que sería mi «compra recomendada», el precio de tarifa es de 42.350 euros, y se queda en 33.600 euros con todos los descuentos. En el híbrido enchufable con el acabado tope de gama, el 2.5 PHEV Active X, el descuento puede alcanzar hasta los 10.000 euros, pues los 50.750 euros de precio de tarifa se quedan en 40.700 euros con la promoción y el descuento por financiación. Sin duda, uno de los SUV híbridos con mejor relación entre producto y precio del mercado, tanto en las versiones auto-recargables como en el caso del híbrido enchufable.
A la hora de elegir versión, los ST Line y los Active ya llevan prácticamente de todo: llantas de aleación de 18 pulgadas, faros full LED automáticos, entrada y arranque sin llave, cargador inalámbrico, barras de techo… En ambos casos se ofrece un nivel superior, ST Line X y Active X, que añaden el equipo de audio Bang & Olufsen con 10 altavoces, tapizado en cuero parcial, estriberas, pedales de aluminio, spoiler trasero, asientos AGR con memoria y el paquete Tech (opcional en el resto de acabados por 1.450 euros) y consta de control crucero adaptativo, alerta presencia en punto ciego, aparcamiento asistido, cámara 360, advertencia y ayuda cambio de carril, asistente precolisión, asistente frenado marcha atrás y protectores de borde de puertas.
Como opciones, además de las pinturas metalizadas, quedan el techo panorámico practicable (1.250 euros); el gancho de remolque (860 euros si es desmontable, 1.180 el retráctil); los distintos diseños de llantas que pueden ser de hasta 20 pulgadas; el paquete invierno (unos 460 euros) con asientos, volante y parabrisas calefactables; y el paquete seguridad, que cuesta 2.000 euros e incluye los faros altos de gama, head up display y la alarma.
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