La electrificación del sector del automóvil ha puesto patas arriba los planes que tenían casi todas las marcas. Y esto ha traído cola porque no hay una sola que no haya tenido que modificarlos. Primero para anunciar inversiones o modelos nuevos y segundo para lo contrario… Reducir su «ambición» para ser cien por cien eléctricas. Y luego está Ferrari que como el resto de firmas rivales no sabe para donde tirar. Si apostar por los eléctricos o seguir esperando.
Rimac fue una de las primeras que apostó por un superdeportivo eléctrico, el Nevera. Lotus también se lanzó con el Evija. Sin embargo, ni uno ni otro se venden como anunciaron ya que sus clientes potenciales no quieren depender de un enchufe. De ahí que Ferrari se resista aunque la fecha de lanzamiento de su primer eléctrico se acerca cada vez más. Será en 2026 y la razón que han dado para anunciar este año tiene su lógica. Toma nota…
Ferrari no tiene prisa por lanzar al mercado un superdeportivo de baterías eléctrico…
Como ya hemos visto en mil y un ejemplos los eléctricos evolucionan exponencialmente. La tecnología que se usa hoy es la más puntera pero con cada nuevo lanzamiento se queda vieja. Esto podemos verlo en la autonomía total de los coches, en el peso o la potencia de carga. Así es que Ferrari, con buen criterio, ha decidido esperar a que la técnica se estabilice en cuanto a su desarrollo. De esta forma, podrá lanzar su modelo en el momento más óptimo…
Ser conservadores a veces juega a favor de las marcas y la casa italiana se juega mucho. No hay más que ver a Toyota y su plan de vender lo que necesita el mercado centrándose en los híbridos puros. Pues bien, los italianos ya están probando su primer eléctrico con