La historia del Volkswagen Golf es una historia de éxito desde su origen y le ha permitido entrar en en el panteón de los hitos de la automoción y mantenerse muy arriba en el top de coches europeos. Pero hay cosas del desarrollo del modelo, que comenzó a prepararse a finales de la década de 1960, que quizá no conozcas.
El Golf nació para ser el sustituto del popular Volkswagen Beetle. Este modelo estaba ya en horas bajas y las ventas estaban bajando, así que la compañía quiso darle el relevo y cambiar el concepto del «coche del pueblo«. El sustituto tenía que reunir las características del modelo clásico: ser eficiente, práctico y económico. Y así, comenzaron a trabajar en los primeros prototipos del Golf.
Una de las primeras cosas que tenía claras Volkswagen era que el motor tenía que tener nuevas caracterísiticas. Entre ellas, cambiar la refrigeración por aire por la refrigeración por agua. También había cambios a realizar en materia de tracción, que iba a pasar de ser trasera a delantera o el motor, que iba a pasar a ser boxer a estar montado en línea y tener unas líneas más funcionales, en lugar de las curvas que presentaba el Beetle.
Tres prototipos para buscar la perfección
El primer prototipo que anticipaba al Golf llegó en 1969 y presentaba detalles curiosos. Entre ellos, un motor refrigerado por agua colocado bajo el asiento trasero. Esto daba bastantes problemas de mantenimiento y aunque llegó a un nivel de desarrollo de producción, se terminó por descartar. Este primer prototipo recibió la denominación de EA 266.
El siguiente se llamó EA 276 y ya tenía elementos que después llegarían hasta el Golf definitivo. Se colocó el motor en la parte delantera, se creó una carrocería fastback con un maletero generoso, el eje de torsión y el depósito colocado bajo el asiento trasero. Sin embargo, el motor era el mismo que se había utilizado en el Beetle, refrigerado por aire, debido al bajo coste de producción.
El tercer y definitivo prototipo llegó algo después, cuando se desarrolló el que iba a convertirse en el modelo definitivo. El EA 337 fue diseñado por la misma persona responsable del Passat y el Scirocco. En 1974, unos años después, ya estaba listo para salir de la línea de producción la primera unidad del Golf.
El diseño original fue modificado antes de pasar a la producción, para ajustarlo a las normas de seguridad de Estados Unidos. El frontal se amplió unos 10 centímetros y se sustituyeron los faros redondos por otros rectángulares, que eran más caros de producir pero que aportaban un cambio importante en el diseño. Los intermitentes se colocaron junto con a los faros y se integraron en un bloque más compacto y eficiente.
La funcionalidad hizó que el diseño fuera lo más práctico posible y que no hubiera problemas a la hora de producir el coche en serie. En cuanto al nombre, se barajaron algunos, como Blizzard. Pero el nombre definitivo vino, igual que en otros modelos de la marca, de un viento, la corriente del Golfo. Esto puede sorprender, porque suele asociarse con el deporte y realmente, no tiene nada que ver.
Hay otra versión, que se ha contado en alguna ocasión, que dice que los ejecutivos de la marca se basaron en un caballo que se llamaba Golf y que transmitía la imagen de elegancia y fiabilidad.
El modelo más popular de Volkswagen
El día 25 de junio de 2002 salió de la línea de montaje la unidad 21.517.415 del Golf. Con esa cifra, superaba al Beetle y se convertía en el coche de Volkswagen con mayor producción de la historia. Hoy, sigue siendo uno de los modelos más populares y buscados de Volskwagen y que mantiene su presencia en el mercado.