BP ha anunciado un pago multimillonario de $7 mil millones a sus accionistas tras reportar ganancias trimestrales de $2.8 mil millones. La empresa también ha dado luz verde a un nuevo proyecto petrolero en el Golfo de México, mientras escala sus inversiones en energías renovables, provocando fuertes críticas de grupos ecologistas.
BP aumenta dividendos
BP ha revelado un plan para repartir $7 mil millones a sus accionistas este año, después de reportar ganancias trimestrales de casi $2.8 mil millones. La petrolera británica también ha anunciado el desarrollo de un nuevo centro de operaciones en el Golfo de México, con el objetivo de explotar recursos potenciales de 10 mil millones de barriles en el proyecto Kaskida, ubicado a 250 millas al suroeste de Nueva Orleans. Este movimiento ha generado indignación entre los grupos ecologistas, quienes critican a BP por reducir sus inversiones en energías verdes.
La compañía incrementará sus pagos de dividendos en un 10% y comprará acciones por un valor de $1.75 mil millones en los próximos tres meses, alcanzando un total de $3.5 mil millones en recompra de acciones en la primera mitad del año y $7 mil millones en todo 2024. Desde junio de 2023, BP ha distribuido $14.8 mil millones a sus accionistas, en un contexto de crisis climática sin precedentes.
Impacto y controversia
Alice Harrison, líder de campañas de combustibles fósiles en el grupo ecologista Global Witness, expresó: “Mientras millones de nosotros lidiamos con temperaturas altas y facturas elevadas, BP está obteniendo miles de millones en ganancias, repartiendo dividendos masivos y duplicando proyectos contaminantes de petróleo y gas.” La reacción de los inversores ante las ganancias de $2.76 mil millones para los tres meses hasta junio fue positiva, con un aumento del 2% en las acciones de BP en las primeras horas de negociación del martes.
Sin embargo, BP había advertido previamente a los inversores que esperaran márgenes de ganancia “significativamente menores” en su negocio de refinación, lo que podría reducir entre $500 millones y $700 millones sus ganancias del trimestre. La compañía también ha anunciado una reducción del 33% en sus operaciones de refinación de biocombustibles en su planta de Gelsenkirchen, Alemania, en respuesta a la disminución de la demanda, resultando en una depreciación de activos de $2 mil millones.
El CEO de BP, Murray Auchincloss, declaró que la empresa está comprometida con la creación de “una compañía más simple, más enfocada y de mayor valor” para sus accionistas. Sin embargo, esta estrategia ha enfurecido a los defensores del clima, quienes perciben una reducción en las inversiones verdes mientras la empresa avanza con proyectos lucrativos de combustibles fósiles.
La apuesta por el hidrógeno verde y las energías renovables
A pesar de las críticas, Auchincloss aseguró que BP está comprometida con su transformación hacia una “compañía energética integrada” y ha delineado planes para construir entre cinco y diez proyectos de hidrógeno verde esta década. Estos proyectos ayudarán a producir combustible de aviación sostenible y a descarbonizar las operaciones de refinación de BP. La empresa tiene previsto avanzar con dos proyectos de hidrógeno verde en su refinería de Castellón en España y en su planta de Lingen en Alemania.
BP también lidera mundialmente en biocombustibles, biogás e infraestructura de carga para vehículos eléctricos, según Auchincloss. “Lo que el mundo necesita ahora es construcción, no más objetivos y caminos. Eso es lo que estamos haciendo. Estamos haciendo las cosas”, afirmó. A pesar de los desafíos y críticas, BP sigue adelante con su plan para equilibrar inversiones en combustibles fósiles y energías renovables, buscando mantener su relevancia y rentabilidad en un mundo que avanza hacia la sostenibilidad.
Reacción del mercado y proyecciones futuras
A pesar de las críticas de los grupos ambientalistas, el mercado ha respondido favorablemente a las decisiones de BP. El incremento en el precio de las acciones refleja la confianza de los inversores en la estrategia de la empresa de equilibrar las ganancias inmediatas del petróleo y el gas con inversiones a largo plazo en energías renovables. No obstante, este enfoque dual presenta riesgos significativos. La apuesta por proyectos petroleros de gran escala podría enfrentar desafíos regulatorios y de mercado, especialmente en un contexto donde los compromisos internacionales para reducir las emisiones de carbono son cada vez más estrictos.
Un futuro incierto para la industria energética
El desafío para BP y otras grandes petroleras será navegar este complejo panorama energético global. Con la creciente presión para reducir las emisiones de carbono y el avance tecnológico en energías renovables, la industria del petróleo y el gas podría enfrentar una transformación radical en las próximas décadas. El compromiso de BP con proyectos de hidrógeno verde y su liderazgo en biocombustibles y carga de vehículos eléctricos demuestran una visión de futuro que busca mantenerse relevante en un mundo en transición energética. Sin embargo, solo el tiempo dirá si su estrategia logrará equilibrar las demandas de los inversores con las necesidades urgentes del planeta.
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