La firma británica, perteneciente al Grupo chino SAIC, se enfrenta a un importante desafío tras la reciente confirmación por parte de la Comisión Europea de la imposición de aranceles especiales en su propio mercado sobre los vehículos eléctricos importados desde China. Estos aranceles, que podrían alcanzar en total el 46.3 por ciento sobre el precio de los vehículos eléctricos de MG Motor, incluyen un arancel regular del 10 por ciento más otro adicional del 36.3 por ciento, haciendo así muy difícil que los modelos de la marca puedan competir en el mercado europeo.
Para sortear esta situación, SAIC está considerando la exportación de vehículos eléctricos producidos en Tailandia hacia Europa. Desde noviembre de 2023, el MG4, el modelo más vendido de la marca en Europa, se produce en una planta en la provincia de Chonburi, Tailandia. Esta estrategia no está exenta sin embargo de complicaciones, ya que para que la UE clasifique estos vehículos como originarios de Tailandia, al menos el 40 por ciento de sus componentes deben provenir de ese país. Lo que implica un desafío logístico y económico para asegurar la cadena de suministro local.
Por otro lado, tampoco hay que olvidar que Tailandia no ha exportado vehículos a Europa en el pasado debido a la falta de un acuerdo comercial. No es descartable, por tanto, que la Unión Europea acabe aplicando también tasas especiales a la importación de estos vehículos, después de haber realizado el esfuerzo para adaptar la producción con este propósito.
En SAIC mantienen, sin embargo, la esperanza de que el gobierno tailandés pueda cerrar un acuerdo de libre comercio con la UE antes de finalizar el año. Lo que les facilitaría el acceso al mercado europeo empleando para ello su planta tailandesa.
¿Es esta una buena salida para MG Motor?
En cualquier caso, no hay que olvidar que esta solución solo sería valida para el MG4. Otros modelos de la marca como el ZS SUV, el Marvel R, y el MG5, todos fabricados en China, no podrían beneficiarse de la misma manera de esta estrategia de producción en Tailandia. Comenzar la exportación desde Tailandia parece así tan solo un parche a la complicada situación a la que se enfrenta SAIC en el mercado europeo, y la compañía deberá llevar a cabo igualmente una estrategia más amplia para poder comercializar sus otros modelos eléctricos en el mercado europeo ofreciendo precios competitivos.
A largo plazo, la única salida pasa, por tanto, por la construcción de plantas en Europa o en otros países con acuerdos comerciales favorables con la Unión Europea.