Crear, desde cero, una firma premium es una tarea muy complicada y costosa. Audi fue la piedra en el zapato del Grupo Volkswagen durante muchos años pero al final ha demostrado estar a la altura de Mercedes-Benz y BMW. Lexus para Toyota ha sido un ejemplo a seguir y Nissan con Infiniti hace lo que puede en EEUU y otros países en los que están. Y luego está el caso de DS que Citroën creó para luchar con todas ellas y no acaba de cuajar…
Como bien sabéis la casa del doble chevrón creó su filial premium para evocar el éxito del ya mítico DS. Para ello sus responsables aprobaron el desarrollo de su primer modelo, el DS 3 que tanto gustó. Era una especie de anti Mini y a su manera ofrecía un lujo más accesible a su rival inglés y también al Fiat 500. Pero con la segunda generación dio el salto y se convirtió en un B-SUV más práctico y «vendible» que volverá a mutar en un futuro algo lejano…
El nuevo DS 3 pasará a ser un urbano como lo fue el original en su primera generación…
Si sois un poco avispados os habréis dado cuenta que el DS 3 no se vende. Al menos no se vende al ritmo que a los de Stellantis le gustaría y la prueba está en que por las calles y carreteras no verás muchas unidades de él. Da igual la versión de la que se trate pero lo que es cierto, y un hecho comprobable, es que está muy por detrás de sus rivales. El cambio a SUV debería haberle sentado mejor pero parece que los clientes no están dispuestos a pagar su precio.
Sea como fuere, a la actual generación del 3 aún le queda mucha vida comercial. Como sabéis DS será