Corría el año 1970 cuando tras dos años de desarrollo Citroën puso en el Salón del Automóvil de Ginebra celebrado en marzo al SM, un gran turismo de corte deportivo diseñado por Robert Opron (responsable de otros iconos como el Citroën GS, el Alpine A310 o el Renault Fuego entre otros destacables), aunque su puesta de gala y donde terminó de deslumbrar al público fue en el Salón del Automóvil de París celebrado unos meses después.
El nacimiento de un vehículo tan venerado hoy en día como el Citroën SM se produjo tras un acuerdo de colaboración entre la marca francesa y Maserati, ésta última la encargada de diseñar, producir y suministrar gracias al trabajo de Giulio Alfieri el motor V6 con un ángulo de bancada de 90º que lo animaba y que se desarrolló a partir de los motores V8 que los italianos usaban en competición. Su motor de 170 CV capaz de llevarlo a los 220 km/h no eran los únicos avances tecnológicos adelantados a su época, también se encuentran los frenos de disco, los elevalunas eléctricos, dirección asistida, aire acondicionado, la tapicería de piel para su interior futurista o la suspensión hidroneumática heredada del DS, la cual le otorga un confort y agarre en carretera sin igual.
Un vehículo tan codiciado por coleccionista y apasionados del mundo del motor sin duda se merece un hueco especial dentro de la propia marca francesa, por eso desde el DS Design Studio Paris lanzaron en el 2020 un concurso interno de diseño para concebir una reinterpretación del SM de 1970, algo que se plasmo en unos bocetos que DS Automobiles compartió a través de sus redes sociales en el mismo año 2020. Ahora esos bocetos se convierten en una realidad a través del SM Tribute, un homenaje a tan icónico vehículo pero también a los diez años de arte y elegancia desde la creación de DS Automobiles.
Sin duda miremos por donde lo miremos el SM Tribute recuerda a través de líneas modernas de diseño al SM de 1970, ejemplo de ello lo tenemos en que sus características líneas se conservan siguiendo el flujo de aire desde la parte delantera hacia la zaga. Además su presencia se hace todavía más imponente debido a que respecto al SM original el SM Tribute gana en 140 mm de anchura hasta los 1.980 mm, además de demostrar su deportividad gracias a una altura respecto al suelo que se reduce en 35 mm; mientras, tanto la longitud como la altura sigue siendo la del SM de 1970.
Otras señas de identidad que se han visto reinterpretadas son la zona de vidrio del SM que hacia la función estética de una parrilla junto con los enormes faros, algo que se ha sustituido por una pantalla 3D que se ilumina hasta la mitad y enmarcada por un grupo óptico compuesto por tres módulos a cada lado, realzados por ocho DRL verticales y con punta de diamante basadas en una forma de tríada que se encuentran en un punto como la proa de un barco. En la zaga, el panel del cuarto trasero está cortado por la mitad provocando que la parte trasera flote en forma de S y, como no podía ser de otra manera, las ruedas traseras se encuentran semicarenadas con piezas desmontables.
Para terminar, los diseñadores del DS Design Studio Paris también han reinterpretado el diseño interior de 1970 pero manteniendo la forma característica de la parte superior del salpicadero e incluso el diseño ovalado de los instrumentos, cuya información es leída mediante la realización de una proyección además de incluir otros elementos tecnológicos que pretenden seguir el espíritu vanguardista del SM original, como la pantalla curva conectada al volante direct-by-wire, todo ello aderezado por un sistema de sonido e iluminación ambiental que pretender acoger y envolver a los ocupantes.
