La fatiga mecánica es un fenómeno que desgraciadamente se da en muchas estructuras y materiales de mecanismos del coche, moto, etc. Este fenómeno termina con daños severos en la parte a la que afecta, por eso es importante conocer qué es y si se puede hacer algo para prevenirlo.
Además, sabrás cuánto de culpa tiene el fabricante del vehículo en que esto suceda, es decir, en la famosa obsolescencia programada… en eso que se suele decir frecuentemente: «los coches ya no duran como los de antes».
¿Qué es la fatiga mecánica?
La fatiga mecánica es un fenómeno de rotura progresiva que ocurre en materiales sometidos a cargas cíclicas, es decir, cargas que se repiten en el tiempo. A diferencia de la rotura por sobrecarga, donde un material falla debido a una carga estática que excede su límite elástico, la fatiga se produce por la acumulación de daño en el material a lo largo de múltiples ciclos de carga. Y es importante, ya que puede llevar al fallo inesperado de componentes estructurales, con graves consecuencias para la seguridad y la fiabilidad de sistemas mecánicos.
Seguro que te suena esto de la fatiga. Con seguridad habrás hecho el típico truco de cortar un alambre metálico con las manos, cuando no tienes unos alicates al alcance. Para ello, doblas el alambre por un mismo lugar repetidas veces, el material comienza a calentarse y finalmente se parte. Esto es la pura representación de lo que es fatiga mecánica…
La fatiga mecánica o fatiga de los materiales se da frecuentemente en partes del coche como pueden ser las suspensiones, que se someten a constantes contracciones y estiramientos, así como las piezas del motor alternativo, sometidas a movimientos repetitivos de forma muy frecuente (véase RPM), en las bisagras, la dirección, los ejes, etc.
Para caracterizar un ciclo de carga, se utilizan