La electrificación del sector del automóvil ha puesto nerviosos a todos los actores que participan de él. Marcas y grupos constructores no han medido bien sus pasos porque han querido correr antes de que la técnica estuviera en un buen estado de maduración. Por otra parte los políticos están presionando con leyes que hoy día no están bien en cuanto a nivel de exigencia. Y luego está China con empresas como Geely, SAIC o Dongfeng que pisan muy fuerte.
El gigante asiático ha apostado todo a la electrificación y se ha encargado de que todas sus marcas sean muy competitivas. El truco para lograrlo ha estado en inundarlas de dinero público sin intereses para que puedan venir a Europa con sus modelos a unos precios imposibles de igualar por las marcas europeas. La respuesta de la UE ha ido a dar duro con aranceles que en el caso de SAIC superan el 35%. Y para esquivarlos lo mejor es venir a fabricar aquí.
Geely podría fabricar sus modelos en Europa para esquivar el 19% de los nuevos aranceles impuestos por la Unión Europea…
A lo largo de los últimos meses se ha hablado largo y tendido de la posibilidad de que las marcas chinas se vengan a Europa a fabricar sus coches. Chery ha elegido la Zona Franca de Barcelona (antigua Nissan) para montar sus Omoda y JAECCO mediante kits. Por su parte BYD ha optado por instalarse en la Hungría de Orbán y Dongfeng ya está negociando con el gobierno de Giorgia Meloni para instalar un centro productivo en el país de la bota.
Pues bien, ahora parece que le toca el turno a Geely. Como ya sabes este grupo chino tiene bajo su mando a un gran número de marcas con pasaporte europeo. Volvo fue la primera que cayó en sus redes