A lo largo de la historia de la Fórmula 1, los monoplazas han evolucionado mucho en cuanto a la fabricación. Desde los primeros chasis y carrocerías simples, hasta los modernos conceptos fabricados en fibra de carbono. Por eso, en este artículo nos sumergiremos en este mundo para ver tres de las formas más destacadas de construcción de un F1.
Concretamente me centraré en los métodos de monocasco, ladder y space frame. ¿Quieres conocer cada uno? Te animo a seguir leyendo…
El chasis, el esqueleto de un monoplaza de Fórmula 1, es una estructura compleja diseñada para soportar las fuerzas extremas a las que se somete un coche de carreras, además de servir como soporte base para anclar el resto de elementos.
Método ladder de construcción de un F1
Entre las diversas configuraciones, el chasis ladder (escalera en inglés) ha sido una opción popular en ciertas épocas debido a su simplicidad y rigidez. Se trata de una estructura que, como su nombre indica, se asemeja a una escalera. Está compuesto por dos largueros longitudinales principales conectados por travesaños transversales que serían similares a los peldaños, y formando una especie de caja. Estos elementos suelen estar fabricados en materiales como el acero o el aluminio, utilizado como forma de reducir el peso para aumentar la relación potencia/peso y ganar rendimiento en las carreras.
Casi todos los monoplazas de la F1 en sus primeros años utilizaron estos chasis, e incluso se extendieron varias décadas como la principal alternativa en la competición.
El chasis ladder tiene sus ventajas y desventajas como es normal. Entre las ventajas tenemos:
Rigidez: proporciona una rigidez torsional excepcional, lo que es crucial para mantener la geometría de la suspensión y optimizar la aerodinámica.
Simplicidad: su diseño relativamente sencillo facilita la fabricación y el montaje, además de ser barato, que era uno de los principales objetivos de los