El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) ha anunciado que financiará la reapertura de la planta nuclear de Palisades, en Michigan, cerrada desde 2022. Este proyecto, que marca la primera reactivación de una planta nuclear en la historia del país, busca añadir capacidad firme de energía limpia en un esfuerzo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los estados de Michigan, Illinois e Indiana. Además, los propietarios de la planta han expresado su intención de construir dos pequeños reactores modulares, lo que podría representar un avance significativo en la adopción de nuevas tecnologías nucleares en el país.

La energía nuclear como motor de reducción de emisiones

El anuncio del DOE sobre la reapertura de la planta nuclear de Palisades subraya la importancia de la energía nuclear en la estrategia de Estados Unidos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque la planta fue cerrada en 2022 por razones financieras, su reactivación ahora es vista como una medida esencial para asegurar un suministro estable de energía limpia.

Según estimaciones del DOE, la capacidad que se agregará con la reapertura de Palisades evitará la emisión de gases de efecto invernadero equivalentes a los generados por casi un millón de automóviles con motores de combustión interna. Este movimiento es un paso estratégico hacia la revitalización de la infraestructura energética del país, asegurando que las plantas nucleares existentes puedan seguir operando y contribuyendo a la reducción de emisiones en las próximas décadas.

Desde su comercialización en la década de 1950, la energía nuclear ha proporcionado una fuente constante de electricidad, actualmente representando alrededor del 19% del suministro eléctrico de Estados Unidos. A pesar de su capacidad para generar energía limpia de manera constante, la energía nuclear ha enfrentado desafíos económicos, compitiendo con fuentes de energía más baratas como el gas natural.

La decisión original de cerrar Palisades reflejaba esta dinámica, donde las consideraciones financieras pesaron más que la necesidad de energía limpia. Sin embargo, el aumento en la demanda de electricidad y la urgencia de reducir las emisiones han llevado a un cambio de perspectiva, destacando el valor de las plantas nucleares como una solución viable a corto plazo para enfrentar la crisis climática y asegurar el suministro energético.

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Financiamiento y supervisión del DOE

La reapertura de Palisades será financiada a través de un programa del DOE diseñado para revitalizar la infraestructura energética y reducir las emisiones. La Oficina de Programas de Préstamos del DOE (LPO), que fue establecida por el Congreso en 2005, ha sido instrumental en el desarrollo de tecnologías de energía limpia, y el financiamiento de Palisades es el primero otorgado bajo el programa de Reinversión en Infraestructura Energética, que cuenta con un presupuesto de 250 mil millones de dólares.

Este programa se centra en proyectos que buscan revitalizar o reemplazar infraestructuras existentes, ofreciendo un enfoque pragmático para la expansión de la capacidad energética limpia en todo el país.

El compromiso del DOE con Palisades no solo asegura que la energía nuclear sea competitiva en costos, sino que también introduce un nivel de supervisión sin precedentes. Los préstamos condicionales como el otorgado a Palisades permiten al DOE monitorear de cerca el progreso del proyecto, asegurando que los fondos se utilicen de manera efectiva y que se cumplan los compromisos establecidos.

Si el proyecto no cumple con las expectativas, el DOE tiene la facultad de detener el financiamiento, una medida que refuerza la responsabilidad en el uso de recursos públicos. Este enfoque, que ya ha demostrado ser eficaz en otros proyectos de energía limpia, será crucial para garantizar que la reactivación de Palisades sea un éxito tanto desde el punto de vista económico como ambiental.

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Desafíos regulatorios y oportunidades para la expansión nuclear

A pesar del respaldo financiero del DOE, la reapertura de la planta nuclear de Palisades enfrenta desafíos regulatorios significativos. La Comisión Reguladora Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) deberá modificar la licencia de la planta, que ya había sido clasificada como en proceso de desmantelamiento. Para abordar esta situación inédita, la NRC ha formado el Panel de Reinicio de Palisades, que asesorará sobre las revisiones necesarias para permitir la reactivación.

Este panel, aunque centrado en Palisades, podría establecer precedentes regulatorios para futuras reactivaciones de plantas nucleares en Estados Unidos. Con 20 sitios de reactores nucleares actualmente en estado de desmantelamiento, el desarrollo de un proceso claro para el reinicio podría abrir la puerta a nuevas oportunidades para mantener la capacidad nuclear operativa.

El gobierno federal también podría tomar medidas adicionales para apoyar no solo la reapertura de Palisades, sino también la expansión de la capacidad nuclear en general. Con la energía nuclear recibiendo un apoyo público cada vez mayor y una baja polarización política en torno a su uso, este es un momento oportuno para explorar opciones innovadoras. Por ejemplo, los servicios públicos podrían formar consorcios para construir múltiples reactores del mismo diseño, reduciendo así los riesgos y costos asociados con la construcción de nuevos reactores.

El artículo ¿Puede volver a la vida una central nuclear cerrada en los años 70? aparece primero en Driving ECO.

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