La marcha del Reino Unido de la Unión Europea ha supuesto muchos problemas para el país anglosajón. Hoy por hoy están en una crisis de la que parece complicado salir indemnes y a la que el COVID-19 ayudó bastante. Si nos centramos en el sector del automóvil hemos visto como muchas marcas han desviado inversiones en favor de una serie de países «menos conflictivos». Y ahora está sobre la mesa los aranceles a los eléctricos hechos en China.
Como bien sabéis los vehículos eléctricos fabricados en China están causando «furor». Las casas asiáticas saben que sus vehículos son más atractivos que los europeos no solo por su tecnología o diseño. Sus precios están reventando toda la lógica comercial posible y ello sitúa en desventaja a las marcas europeas y americanas. Así es que para frenarles se ha impuesto una política de aranceles que podría expandirse a Reino Unido. ¿Sabes por qué?
Reino Unido tras salir de la Unión Europea es libre en su política comercial con terceros países…
Hoy día la importancia del sector del automóvil en Reino Unido es casi una anécdota. Ha pasado de ser una potencia a nivel mundial a casi dejar de tener marcas propias. Jaguar y Land Rover son indias, MG es China y las cenizas de Rover ya son historia. Sino fuera por las japonesas Nissan, Honda y Toyota no tendrían futuro aunque ahí BMW con Mini y otras también hacen lo suyo al seguir confiando en este país para fabricar algunos de sus modelos…
Sea como fuere hoy día la «Pérfida Albión» es más libre que nunca para organizar su política comercial tanto a nivel interno como con terceros países. Esa era una de las reivindicaciones de sus políticos para salir de la UE ya que decían que no podían gestionarse como mejor quisieran. El problema está