Aún recuerdo la época que pasé vendiendo coches para una reputada marca del ya extinto PSA Groupe. Entonces los máximos responsables de esa marca gala nos decían (casi imponían) que había que venderles a los clientes una cosa. «Los clientes quieren coches de gasolina y nosotros tenemos los mejores motores, los PureTech». Ese era el mantra y lo que teníamos que decir y como reza el dicho: «De aquellos polvos vienen estos lodos». Un fracaso…
Sobre el papel los motores gasolina PureTech eran una maravilla pero el resultado ha sido un fiasco. Y he de decir que he vivido en persona esa sensación porque con solo 65 mil kilómetros casi me quedo sin uno de los coches que lo equipaba, un Citroën C5 AirCross. El caso es que en Stellantis han reaccionado (algo tarde) pero se han puesto y lo han solucionado con una cadena de distribución. Y además, han decidido matarlo de facto.
Stellantis ha solucionado el problema en los motores de la familia EB pero el nombre PureTech no ayuda a las ventas…
Como todos sabemos ya, la familia de motores EB del ya extinto PSA Groupe ha salido mala. Aún recuerdo cuando la firma nos daba la formación y decía que la correa de distribución se cambiaba a los 180 mil kilómetros. No solo eso porque también nos contaba que se lubricaba por los vapores del aceite y que eso hacía que fuera más «dura» y resistente. Más de un cliente nos dijo que «eso era mucho tiempo que si no iba a dar problemas», como así ha sido.
Luego está el problema del gasto de aceite elevado que podría derivar en una avería «de las buenas». Una y otra se han solapado y los clientes han montado en cólera con las marcas y redes de asistencia técnica de estas marcas.