Stellantis está realizando una significativa inversión en Estados Unidos, específicamente en el estado de Michigan, con el objetivo de adaptar tres de sus instalaciones para la producción de vehículos eléctricos. Esta iniciativa, que suma 406 millones de dólares, permitirá a la compañía que vehículos eléctricos y con motor de combustión coexistan en las líneas de producción de estas plantas.
El epicentro de esta transformación será la planta de ensamblaje de Sterling Heights, donde se invertirán 235.5 millones de dólares para convertirla en la primera instalación de Stellantis en Estados Unidos dedicada a la fabricación de un vehículo completamente eléctrico. Este importante paso para la compañía contrasta con la situación en el mercado europeo, donde Stellantis lleva ya años produciendo vehículos eléctricos.
El primer modelo en beneficiarse de esta reconversión será la pickup RAM 1500 REV, una versión totalmente eléctrica de la popular RAM 1500, que se espera comience a salir de la línea de producción de la planta a finales de 2024. Este vehículo promete una autonomía de hasta 800 kilómetros y estará basado en la nueva plataforma STLA Frame de Stellantis diseñada para vehículos eléctricos de gran tamaño; cuya característica más destacada es que permite integrar directamente las celdas en el propio chasis, ampliando así el espacio disponible para alojar todo el pack de baterías.
Eso no es todo
Adicionalmente, Stellantis está realizando también importantes inversiones en la planta de ensamblaje ubicada en la localidad de Warren para la producción del Jeep Wagoneer electrificado, y en la planta de motores de Dundee, que se adaptará para fabricar bandejas de baterías y procesar elementos de la estructura de las plataformas STLA Frame y STLA Large.
Carlos Tavares, el jefe de Stellantis, ha expresado recientemente su satisfacción por la transformación de Sterling Heights, destacando el gran trabajo realizado por el equipo de la compañía dedicado a preparar la producción de la primera pickup eléctrica de RAM.
Stellantis recibirá hasta 584 millones de dólares del gobierno estadounidense para la reconversión de plantas en Indiana e Illinois, lo que incluye la transformación de una planta de transmisiones en Kokomo, Indiana, para la producción de trenes motrices eléctricos, y la adaptación de una planta de vehículos en Belvidere, Illinois, para la fabricación de vehículos eléctricos.
Con esta serie de movimientos la compañía mantiene su compromiso de que para el año 2030 todos los vehículos que venda en Europa sean eléctricos, mientras que en Estados Unidos se espera que los vehículos eléctricos representen para entonces el 50 por ciento de sus ventas.