Las suspensiones son de los elementos más importantes de cara a la velocidad y estabilidad de un vehículo. Desde los vehículos sin suspensiones, hasta los vehículos con las tipo ballesta, hasta las nuevas hidráulicas, tanto activas como pasivas, mucho ha cambiado la tecnología en torno a ellos, y también los materiales.
Así que, vamos a ver algunos de los nuevos materiales que se están empleando en estas suspensiones, y ver cuáles son los mejores, y cómo el material puede afectar al comportamiento del vehículo…
Partes de las suspensiones
Ya te mostramos sobre los tipos de suspensiones de coche que existen, ahora toca ver de qué se suelen componer estos elementos de los vehículos, para luego comprender mejor la interferencia del material en su función:
Muelles: son elementos elásticos que almacenan la energía producida por las irregularidades de la carretera, comprimiéndose y expandiéndose para absorber los impactos. Algunos piensan que son el principal elemento de la suspensión, pero no es así, aunque son importantes para hacer que los amortiguadores vuelvan a su posición normal.
Amortiguadores: son elementos hidráulicos que trabajan en conjunto con los muelles para controlar los movimientos de la suspensión. Disipan la energía acumulada en los muelles, evitando que el vehículo rebote de forma excesiva y mejorando la estabilidad y el confort.
Brazos de suspensión: son piezas metálicas que conectan las ruedas con la carrocería y permiten el movimiento vertical de las mismas cuando la suspensión está actuando.
Bujes: son piezas de goma o poliuretano que permiten un movimiento suave y controlado de los brazos de suspensión, reduciendo el ruido y las vibraciones, es decir, son una especie de separadores para evitar el contacto entre piezas metálicas o para limitar el recorrido de los amortiguadores, lo cual también puede ser interesante de cara a algunas configuraciones para el motorsport.
Rotulas: conectan los brazos de suspensión con otras