La Junta Nacional de Relaciones Laborales de EE. UU. ha acusado a Apple de imponer reglas que violan los derechos de sus empleados para organizarse y abogar por mejores condiciones laborales. Entre las acusaciones, la empresa habría exigido a sus trabajadores firmar acuerdos de confidencialidad y redes sociales que obstaculizan la discusión de temas como salarios y discriminación. Apple ha rechazado estas afirmaciones, mientras enfrenta una audiencia en enero.
Apple, acusada de restringir los derechos laborales
Apple se enfrenta a serias acusaciones presentadas por la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés), que sostiene que la empresa ha implementado políticas que violan los derechos de sus empleados para organizarse y mejorar sus condiciones laborales. La queja formal alega que la compañía impuso una serie de normas que incluyen acuerdos de confidencialidad, no divulgación y políticas de redes sociales excesivamente restrictivas, lo que podría disuadir a los trabajadores de discutir abiertamente asuntos como la igualdad salarial y la discriminación en el lugar de trabajo.
Estas acusaciones se remontan a 2021, cuando Ashley Gjovik, una exgerente senior de ingeniería en Apple, presentó una denuncia afirmando que las políticas internas de la empresa sofocaban la libertad de los empleados para abordar preocupaciones laborales. Según la NLRB, Apple habría “interferido, restringido y coaccionado” a sus trabajadores en el ejercicio de sus derechos protegidos por la ley laboral federal. Aunque la empresa sostiene que siempre ha respetado los derechos de sus empleados para debatir cuestiones laborales, Apple tendrá que enfrentar una audiencia en enero de 2025 si no llega a un acuerdo antes.
Audiencia en el horizonte
El caso de Apple se encuentra en una fase crítica. Si la empresa no resuelve el conflicto de manera anticipada, la audiencia que comenzará en enero estará a cargo de un juez administrativo. En ese contexto, Apple podría verse obligada a retirar las políticas que la NLRB ha calificado como ilegales, y deberá notificar a todos sus empleados en Estados Unidos sobre sus derechos laborales. Este procedimiento judicial forma parte de un proceso más amplio, en el cual las decisiones del juez podrían ser revisadas por el panel de la NLRB, cuyas sentencias, a su vez, son susceptibles de apelaciones ante tribunales federales.
Apple ha negado todas las acusaciones y ha anunciado que planea defenderse vigorosamente durante el proceso. Sin embargo, esta no es la única controversia laboral a la que se enfrenta la compañía. Actualmente, tiene otros dos casos pendientes con la NLRB, uno por haber despedido a un empleado en su sede de Cupertino, California, tras criticar a sus superiores, y otro relacionado con una supuesta interferencia en una campaña sindical en una de sus tiendas en Atlanta. En ambos casos, la empresa ha rechazado cualquier conducta inapropiada.
El auge de los sindicatos en Apple
El conflicto de Apple con la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) refleja un panorama más amplio de tensiones laborales dentro de la compañía, especialmente con el crecimiento de movimientos sindicales en sus tiendas. Desde 2022, dos tiendas de Apple en EE. UU. han logrado sindicalizarse, una señal clara de que los trabajadores buscan mayor representación y mejores condiciones laborales. A pesar de la resistencia inicial de la empresa, estas victorias sindicales abren la puerta a que otras sucursales sigan el mismo camino. Los sindicatos están trabajando activamente para organizar a los empleados en diversas localizaciones de Apple en todo el país, algo que ha generado fricciones internas y respuestas mixtas por parte de la empresa.
Un caso particularmente revelador ocurrió en una tienda de Manhattan, donde en mayo de 2024 la NLRB falló en contra de Apple, afirmando que el gerente de la tienda había interrogado de manera ilegal a un empleado sobre su apoyo a la campaña sindical. Este tipo de situaciones ha aumentado el escrutinio sobre las prácticas laborales de la compañía, que enfrenta una creciente presión para demostrar que no obstaculiza los derechos de sus trabajadores a organizarse. Aunque Apple ha negado cualquier intento de interferir con estos movimientos, el creciente número de denuncias sugiere que las tensiones entre la empresa y sus empleados están lejos de resolverse.
El reto de equilibrar imagen y derechos laborales
Para una compañía del calibre de Apple, que ha construido su reputación no solo en la innovación tecnológica sino también en su imagen de responsabilidad corporativa, estos conflictos laborales plantean un dilema. Apple ha hecho esfuerzos por presentarse como un empleador que valora la inclusión y el bienestar de sus trabajadores. Sin embargo, las recientes acusaciones y disputas sindicales revelan que la empresa podría estar enfrentando desafíos internos que no siempre reflejan esa imagen pública.
El resultado de los casos presentados por la NLRB será crucial para definir el rumbo de la compañía en términos laborales. Si los fallos siguen favoreciendo a los empleados, Apple no solo tendrá que revisar sus políticas internas, sino también lidiar con las posibles repercusiones sobre su reputación global. Además, con el auge de los movimientos sindicales en varias partes de Estados Unidos, es probable que la compañía tenga que adaptarse a un entorno laboral más organizado, algo que podría modificar la dinámica tradicional de sus operaciones en tiendas y oficinas.
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