Las bujías son componentes esenciales en los motores de combustión interna, parte vital del sistema de encendido en motores de gasolina, responsables de encender la mezcla aire-combustible mediante una chispa. Sin embargo, con el tiempo y el uso, las bujías pueden sufrir diversas averías que afectan su rendimiento y, en consecuencia, el funcionamiento del motor.
Este artículo profundiza en las causas y efectos de las averías comunes en las bujías, incluyendo el desgaste normal, el hollín de carbón y aceite, la separación en puente, el sobrecalentamiento y la fusión.
¿Qué es una bujía?
Las bujías son componentes esenciales del sistema de encendido de los motores de combustión interna. Se encargan de encender la mezcla de aire y combustible dentro de los cilindros generando una chispa, un proceso que es crucial para que el motor funcione correctamente.
El principio básico de su funcionamiento no ha cambiado mucho desde que fueron patentadas hace casi un siglo. Aunque algunas variaciones en los materiales han permitido mejorar su durabilidad y efectividad, la función sigue siendo la misma: encender la mezcla de aire y combustible mediante una chispa.
El proceso se desarrolla de la siguiente forma:
Una corriente de alto voltaje proveniente de la bobina de encendido o desde la batería llega a la bujía a través de un cable especial.
Una vez que la corriente alcanza el electrodo central de la bujía, salta una pequeña chispa hacia el electrodo de masa a través de un hueco de aire.
En el momento en que se crea la chispa, se produce la explosión de la mezcla de aire y combustible, lo que impulsa el pistón dentro del cilindro.
Este ciclo se repite de manera constante mientras el motor está en funcionamiento para que el movimiento continúe.
Este proceso debe ser rápido y eficiente para garantizar que el motor funcione de la manera más óptima. De hecho,