Dinamarca ha instado a la Unión Europea a adoptar una respuesta común ante el creciente avance de la competencia china en el sector eólico europeo. Según el ministro danés de Energía y Clima, Lars Aagaard, los fabricantes europeos de turbinas, como Vestas y Siemens Gamesa, enfrentan una competencia desleal por parte de China, alimentada por subsidios estatales. La preocupación surge en medio de los ambiciosos objetivos de la UE para expandir la capacidad eólica marina, especialmente en el Mar del Norte, donde se planea instalar 120 GW de energía eólica marina para 2030.
La situación es particularmente preocupante porque estos fabricantes chinos han logrado ganar terreno rápidamente en el mercado europeo, desafiando la capacidad de las empresas locales para competir en igualdad de condiciones. En respuesta, la UE anunció en abril que investigaría los subsidios recibidos por los proveedores chinos de turbinas eólicas con destino a Europa. El objetivo de esta medida es proteger a las empresas europeas de la competencia desleal y evitar que los productos chinos, que han demostrado ser más baratos, desplacen a los fabricantes locales que operan en un entorno de costes más altos.
Los desafíos del mercado y las ambiciones europeas
El contexto en el que se desenvuelve esta creciente competencia es especialmente crítico, ya que Europa tiene objetivos muy ambiciosos para expandir la energía eólica marina. Los países del Mar del Norte se comprometieron a construir 120 GW de capacidad de energía eólica marina para 2030 y al menos 300 GW para 2050, lo que equivaldría a la instalación de unas 20.000 turbinas eólicas en esa región. Sin embargo, la meta se enfrenta a desafíos no previstos, como el aumento de los costos de construcción y la competencia asiática.
Actualmente, Europa cuenta con 35 GW de capacidad instalada de energía eólica marina, lo que subraya la magnitud del reto para alcanzar los objetivos fijados. Aagaard reconoció que estos ambiciosos planes se elaboraron en un momento en que los costos de la construcción de parques eólicos marinos eran más bajos, lo que añade más presión a la industria europea para encontrar soluciones competitivas. El ministro danés destacó que una respuesta conjunta de la UE es esencial para enfrentar esta situación, ya que sería difícil para cualquier país manejarlo de forma aislada.
Subsidios y política comercial: la clave de la competencia
El impacto de los subsidios estatales en China ha sido fundamental para que los fabricantes chinos de turbinas eólicas ofrezcan precios considerablemente más bajos que sus contrapartes europeas. Estos subsidios permiten a las empresas chinas reducir los costos de producción, lo que les da una ventaja competitiva significativa en un mercado global cada vez más disputado. Esta situación ha generado preocupación entre los líderes europeos, quienes temen que la industria eólica local, que durante años ha sido un pilar de la transición energética, se vea superada por las prácticas comerciales desleales.
El ministro Lars Aagaard ha subrayado la necesidad de que la Unión Europea adopte medidas para proteger a los fabricantes europeos de estas prácticas. Dinamarca, uno de los países más dependientes de la industria eólica, está particularmente interesado en asegurar que los fabricantes como Vestas y Siemens Gamesa puedan competir de manera justa. Para Aagaard, es crucial que la UE establezca una estrategia clara para abordar la creciente influencia china en el sector eólico, ya sea mediante aranceles, regulaciones o medidas para equilibrar el terreno de juego.
A principios de este año, la Comisión Europea dio un primer paso al abrir una investigación sobre los subsidios que reciben los fabricantes chinos, lo que podría derivar en la imposición de medidas comerciales contra la importación de equipos eólicos chinos. Sin embargo, Aagaard y otros líderes europeos insisten en que se necesita un enfoque más integral que abarque desde la política comercial hasta la coordinación entre los estados miembros para defender la competitividad de la industria eólica europea.
El futuro de la energía eólica en Europa
La competencia china llega en un momento crítico para Europa, que está inmersa en la carrera por descarbonizar su economía y cumplir con los compromisos climáticos establecidos en el Pacto Verde Europeo. La energía eólica, especialmente la offshore, es una pieza clave en esta estrategia, con el objetivo de generar el 50% de la electricidad en Europa a partir de energías renovables para 2030.
Sin embargo, los altos costos actuales de producción de turbinas eólicas y la presión de la competencia extranjera amenazan con ralentizar este proceso. Los líderes de la industria eólica en Europa ya han advertido que los crecientes costos de materiales y la falta de mano de obra cualificada han hecho que la construcción de nuevos proyectos sea más costosa de lo previsto. Si a esto se añade la entrada de productos más baratos desde China, las empresas europeas podrían verse obligadas a reducir su participación en el mercado global.
Para garantizar que Europa siga siendo un líder en la transición hacia una energía limpia, Aagaard y otros líderes políticos creen que es esencial que la UE intervenga con políticas que protejan su industria eólica. La adopción de energías renovables a gran escala no solo es vital para combatir el cambio climático, sino también para mantener la independencia energética del continente frente a actores externos.
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