El Kia Stinger es uno de esos coches que el mercado no ha sabido entender. Siendo sinceros fue un fiasco por el número de unidades anuales que la casa coreana fue capaz de entregar mientras estuvo en activo. Sin embargo, no se puede decir, en absoluto, que fuera un mal producto ni que estuviera por detrás de sus rivales. Al revés, con él Kia se atrevió a demostrar al mundo que podía fabricar una berlina de gran calidad, diseño impactante y buena dinámica.
El problema, de su fracaso, estuvo más bien en otra parte. Como reza el dicho «No está hecha la miel para la boca del burro». Se puede decir más alto pero no más claro y la razón no es otra que la maldita marquitis que hay en Europa y sus clientes. Si nos salimos de las «Tres Marías» al cliente medio le supone un descrédito pagar por un coche que nos puede dar lo mismo que cualquier alemán pero que no lleve su logo. Y ojo, que si vuelve podría hacerles mucho daño.
El Kia Stinger podría renacer como un super sedán eléctrico con carrocería GT…
Si nos sigues asiduamente sabrás que los rumores sobre la vuelta del Kia Stinger están ahí. Como ya hemos dicho era un producto realmente bueno que ha dejado con la miel en los labios a muchos conductores. Cierto, quizá le faltaba una imagen más premium o un mayor refinamiento pero, siendo sinceros, por ese precio no podías pedir más. De hecho a los rivales les hacía palidecer en aspectos como la dotación e incluso en acabados y opcionales.
Pues bien, hace nada supimos que Kia había solicitado la protección legal de la denominación Stinger. De entrada parecía algo ilógico y más cuando el modelo había dejado el mercado hacía nada. Sin embargo, vimos que lo