Los neumáticos son una de las partes más importantes de nuestro coche, ya que son el único punto de contacto directo entre el vehículo y el asfalto. Mantenerlos en buen estado no solo es fundamental para garantizar una conducción segura, sino también para alargar su vida útil y evitar problemas que pueden desembocar en averías graves o incluso accidentes.
A pesar de su importancia, muchos conductores descuidan el estado de sus neumáticos. Desde pequeñas grietas hasta un mal inflado, los defectos en los neumáticos pueden ser invisibles al principio, pero con el paso del tiempo derivan en complicaciones serias. A continuación, repasaremos los problemas más comunes con los neumáticos del coche, cómo identificarlos y qué medidas tomar para prevenir daños.
Neumáticos inadecuados para el vehículo
El uso de neumáticos incorrectos es otro de los errores comunes entre los conductores. No todas las ruedas son adecuadas para todos los coches. El peso del vehículo, los materiales de fabricación de la llanta y las indicaciones del fabricante determinan el tipo de neumático adecuado. Colocar un neumático inadecuado puede acelerar su desgaste y poner en riesgo la seguridad del vehículo.
Para asegurarnos de que usamos los neumáticos correctos, es recomendable consultar siempre a un profesional y seguir las indicaciones técnicas del coche. De esta forma, se reduce considerablemente la probabilidad de sufrir averías.
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Revisión del dibujo y profundidad de la banda de rodadura
La banda de rodadura es la parte del neumático que está en contacto directo con el asfalto. Tiene un dibujo que permite drenar el agua cuando llueve, mejorando el agarre y reduciendo el riesgo de aquaplaning. Según la normativa, la profundidad mínima legal del dibujo es de 1,6 mm. Sin embargo, los expertos recomiendan reemplazar los neumáticos cuando la profundidad esté por debajo de los 3 mm para garantizar