Mercedes-Benz ha experimentado una drástica reducción en las ventas de sus automóviles eléctricos durante el tercer trimestre de este año, con tan solo 42.500 unidades entregadas y una caída del 31 por ciento respecto al mismo período del pasado año. Estos resultados son también peores que los registrados durante el trimestre anterior, cuando el fabricante alemán logró poner en el mercado 45.800 vehículos eléctricos.
En el ámbito del Grupo Mercedes-Benz, que incluye tanto la división de automóviles como la de furgonetas, las ventas alcanzaron las 46.900 unidades, lo que supone también un 31 por ciento menos que en el año anterior y un 8 por ciento por debajo del segundo trimestre de 2024. Unos datos que contrastan con los registrados por BMW, su competidor más directo, que incrementó las entregas de vehículos eléctricos de la marca en un 10.1 por ciento, alcanzando las 103.440 unidades y marcando así el segundo trimestre consecutivo con ventas de vehículos eléctricos en seis cifras.
Otro dato para reflexionar es que, en lo que va de año, BMW ha vendido ya 294.054 vehículos eléctricos, mientras que Mercedes-Benz en este mismo periodo ha comercializado 148.500 unidades, un 22 por ciento menos. Incluso sumando los híbridos enchufables, la firma de Stuttgart no alcanza la cifra de ventas puramente eléctricas de BMW, con 267.400 unidades en total.
No todo son malas noticias
En el lado positivo para Mercedes-Benz, hay que destacar que el volumen de ventas de sus modelos híbridos enchufables ha sido positivo, con un aumento del 21.4 por ciento, alcanzando las 44.700 unidades. Es decir, más de la mitad de las ventas de los vehículos electrificados con conector de carga integrado.
Globalmente la situación de Mercedes-Benz es algo más favorable si se consideran todos los tipos de motorización, con un descenso anual del 3 por ciento en las ventas totales, lo que se atribuye a la situación actual de la económica, particularmente en China, donde el consumo de bienes de lujo ha disminuido considerablemente. La compañía sí que ha logrado mantener estables sus ventas en Europa y ha alcanzado un crecimiento del 29 por ciento en Estados Unidos, fundamentalmente gracias al GLC con motor de combustión y los nuevos modelos AMG.
Parece, por tanto, que el salto a la movilidad totalmente eléctrica se le sigue atragantando a Mercedes-Benz, con una cuota de mercado de este tipo de vehículos respecto del total de las ventas de tan solo el 7.9 por ciento. Unos resultados que hacen difícil que la compañía pueda alcanzar los objetivos de emisiones de CO2 que se habían fijado previamente para el año 2025.